Lanzó las tremendas flechas de sus rayos y derrotó a todos mis enemigos. ¡Miren cómo huyen!
Daniel 5:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El rey estaba tan aterrado que su rostro se le puso blanco como la ceniza, y sus nobles también temblaban de miedo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces el rey Belsasar se turbó sobremanera, y palideció, y sus príncipes estaban perplejos. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que el rey se asustó aún más y se puso pálido. Sus nobles también estaban perturbados. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey Belsasar se espantó más aún, estaba ya sin colores y sus altos funcionarios estaban muy asustados. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el rey Belsasar se turbó sobremanera, y palideció, y sus príncipes estaban perplejos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces el rey Baltasar se horrorizó, se le mudó el color del rostro y sus magnates quedaron consternados. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el rey Belsasar se turbó en gran manera, y se le demudó su semblante y sus príncipes quedaron atónitos. |
Lanzó las tremendas flechas de sus rayos y derrotó a todos mis enemigos. ¡Miren cómo huyen!
aterrorizados por lo que han visto; van llenos de pánico, como mujer acongojada por los dolores de parto,
¿Dan a luz los hombres? ¿Por qué están entonces ahí, con rostro ceniciento, con las manos apretadas contra la cintura como mujeres a punto de dar a luz?
La fama de sus ejércitos hemos oído, y el miedo nos debilita. El miedo y el dolor nos atenazan como a mujer a punto de dar a luz.
y me dejaron solo. Cuando yo vi esta visión espantosa perdí mis fuerzas, me puse pálido y débil del susto.
Una noche, durante el segundo año de su reinado, el rey Nabucodonosor tuvo un sueño, y lo inquietó tanto que ya no pudo seguir durmiendo.
Su rostro palideció de miedo, y tal pavor se apoderó de él, que sus rodillas temblaban y sus piernas se aflojaron.
Los reyes de la tierra, los dirigentes del mundo, los ricos, los poderosos, y la humanidad entera, esclavos o libres, buscaban refugio en las cuevas y entre las peñas de las montañas,