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Daniel 3:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

y que cualquiera que se niegue a hacerlo sea arrojado a un horno de fuego ardiente.

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Biblia Reina Valera 1960

y el que no se postre y adore, sea echado dentro de un horno de fuego ardiendo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Ese decreto también establece que quienes se rehúsen a obedecer serán arrojados dentro de un horno ardiente.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

También dijiste que cualquiera que no se postrara en tierra ni la adorara, sería echado a un horno ardiente.

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La Biblia Textual 3a Edicion

y el que no se postre en adoración, sea arrojado dentro del horno de fuego abrasador.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

y que el que no se postre y no la adore será arrojado a un horno de fuego ardiente.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y el que no se postrase y adorase, fuese echado dentro de un horno de fuego ardiendo.

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Daniel 3:11
6 Tagairtí Cros  

Usted ha establecido una ley ordenando que todos deban postrarse y rendir homenaje a la estatua de oro cuando escuchen la música de las flautas, trompetas, cítaras, liras, arpas, zampoñas y otros instrumentos musicales,


Pero hay algunos judíos aquí, Sadrac, Mesac y Abednego, a quienes Su Majestad ha puesto a cargo de los asuntos de Babilonia, que han desobedecido sus órdenes. No respetan al dios de Su Majestad, ni rinden homenaje a la estatua de oro que usted mandó levantar».


Cualquiera que rehúse obedecer será inmediatamente arrojado en un horno de fuego ardiente”».


Entonces le contaron al rey: ―Pues Daniel, uno de los cautivos judíos, no está prestando ninguna atención ni a usted ni a esta ley. Por el contrario, él está solicitando favores a su Dios tres veces al día.


Nosotros, los superintendentes, gobernadores, consejeros y oficiales hemos decidido que Su Majestad envíe una ley, estableciendo que todo aquel que en el término de treinta días hiciera petición alguna a quienquiera que sea, dios u hombre, fuera de usted, oh rey, sea arrojado a los leones.


―Las puertas de la cárcel estaban cerradas —dijeron— y los guardias estaban fuera, pero al abrir la puerta no encontramos a nadie.