Si Noé, Daniel y Job estuvieran hoy aquí, sólo ellos serían salvados debido su forma de vivir justa, pero yo destruiría el resto de Israel, dice el Señor Dios.
Daniel 1:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Daniel, Ananías, Misael y Azarías fueron cuatro de los jóvenes escogidos, todos de la tribu de Judá. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entre estos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá. Biblia Nueva Traducción Viviente Daniel, Ananías, Misael y Azarías fueron cuatro de los jóvenes seleccionados, todos de la tribu de Judá. Biblia Católica (Latinoamericana) Entre ellos estaban estos jóvenes judíos: Daniel, Ananías, Misael y Azarías. La Biblia Textual 3a Edicion Entre ellos había unos judíos: Daniel, Ananías, Misael y Azarías; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se encontraban entre ellos Daniel, Ananías, Misael y Azarías, que eran judíos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y estaban entre ellos, de los hijos de Judá, Daniel, Ananías, Misael y Azarías; |
Si Noé, Daniel y Job estuvieran hoy aquí, sólo ellos serían salvados debido su forma de vivir justa, pero yo destruiría el resto de Israel, dice el Señor Dios.
aunque Noé, Daniel y Job vivieran allí, el Señor Dios dice que sólo ellos se salvarían a causa de su forma justa de vivir.
Te crees más sabio que Daniel, y piensas que ningún secreto está escondido de ti.
El rey habló con cada uno de ellos, y ninguno le impresionó tanto como lo hicieron Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Por eso pasaron a ser miembros de su cuerpo permanente de consejeros.
Luego se fue a su casa y les contó todo a Ananías, Misael y Azarías, sus compañeros.
Arioc llevó a Daniel apresuradamente ante el rey y le dijo: ―¡He encontrado a uno de los judíos cautivos que puede darle a Su Majestad la interpretación del sueño!
En seguida Daniel fue llevado ante el rey, quien le preguntó: ―¿Eres tú el Daniel, a quien el rey Nabucodonosor trajo de Israel como cautivo judío?
Al oír esto, el rey se enojó consigo mismo por haber firmado semejante ley, y se propuso salvar a Daniel. Pasó el resto del día tratando de encontrar alguna manera de sacar a Daniel de este aprieto.
»Por lo tanto, cuando vean que aparece en el Lugar Santo la desoladora impureza de que habla el profeta Daniel (¡preste atención el lector!),
»Y cuando vean que “la terrible abominación” está donde no debe estar (el que lee, que entienda), entonces los que estén en Judea, huyan a las montañas.