El temor al hombre es una trampa peligrosa, pero la confianza en el Señor trae seguridad.
Daniel 1:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Este estaba preocupado ante la petición de Daniel. «Mi señor el rey ha ordenado que ustedes coman esta comida y beban este vino, le dijo. Tengo miedo de que se pongan pálidos y delgados en comparación con los otros jóvenes de su edad, y luego el rey me cortaría la cabeza por no cumplir bien con mis responsabilidades». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y dijo el jefe de los eunucos a Daniel: Temo a mi señor el rey, que señaló vuestra comida y vuestra bebida; pues luego que él vea vuestros rostros más pálidos que los de los muchachos que son semejantes a vosotros, condenaréis para con el rey mi cabeza. Biblia Nueva Traducción Viviente pero le respondió: «Tengo miedo de mi señor el rey quien ordenó que ustedes comieran estos alimentos y bebieran este vino. Si se vuelven pálidos y delgados en comparación con otros jóvenes de su edad, temo que el rey mandará a decapitarme». Biblia Católica (Latinoamericana) Sin embargo éste respondió: 'Temo a mi señor el rey. Fue él quien determinó lo que ustedes tenían que comer y beber; si ve que están más flacos que los jóvenes de su misma edad, me hará a mí responsable'. La Biblia Textual 3a Edicion Y el jefe de los eunucos dijo a Daniel: Temo a mi señor el rey, que ha asignado vuestra comida y bebida. Si él llega a ver vuestros rostros demacrados, en comparación con los jóvenes que son de vuestra edad, peligraría mi cabeza ante el rey. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero el jefe de los eunucos le dijo a Daniel: 'Temo que el rey, mi señor, que determinó vuestra comida y bebida, vea que vuestros rostros están más desmejorados que los de los jóvenes de vuestra edad, y así hagáis que me juegue la cabeza ante el rey'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y dijo el príncipe de los eunucos a Daniel: Tengo temor de mi señor el rey, que señaló vuestra comida y vuestra bebida; pues luego que él vea vuestros rostros más demacrados que los de los muchachos que son semejantes a vosotros, condenaréis para con el rey mi cabeza. |
El temor al hombre es una trampa peligrosa, pero la confianza en el Señor trae seguridad.
Daniel conversó sobre este asunto con el mayordomo a quien el jefe del personal había encargado el cuidado de Daniel, Ananías, Misael y Azarías.