Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Apocalipsis 4:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Cada uno de ellos tenía seis alas y estaba cubierto de ojos por dentro y por fuera. Y día y noche decían: «Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, que es y que ha de venir».

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Cada uno de los seres vivientes tenía seis alas, y las alas estaban totalmente cubiertas de ojos por dentro y por fuera. Día tras día y noche tras noche repiten continuamente: «Santo, santo, santo es el Señor Dios, el Todopoderoso, el que siempre fue, que es, y que aún está por venir».

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Cada uno de los cuatro Seres Vivientes tiene seis alas llenas de ojos alrededor y por dentro, y no cesan de repetir día y noche: Santo, santo, santo es el Señor Dios, el Todopoderoso, el que era, es y ha de venir.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Los cuatro seres vivientes, cada uno de los cuales tenía seis alas alrededor, estaban por dentro llenos de ojos,° y no se daban reposo día y noche, diciendo: ¡Santo, Santo, Santo,° es el Señor Dios Todopoderoso,° el que era, y el que es, y el que está viniendo!°

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cada uno de los cuatro seres vivientes tiene seis alas; y alrededor y por dentro están llenos de ojos. De día y de noche claman sin descanso: 'Santo, santo, santo, Señor Dios, todo poderoso, el que era y el que es y el que ha de venir'.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas alrededor, y por dentro estaban llenos de ojos; y no reposaban día y noche, diciendo: Santo, santo, santo, Señor Dios Todopoderoso, que era, y que es, y que ha de venir.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Apocalipsis 4:8
42 Tagairtí Cros  

Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el Señor se le apareció y le dijo: ―Yo soy el Dios Todopoderoso. Vive siempre de acuerdo con mi voluntad y haz lo correcto,


El que vive al abrigo del Altísimo, descansará bajo la sombra del Todopoderoso.


¿Quién es como tú, Señor, entre los dioses? ¿Quién es glorioso y santo como tú? ¿Quién es tan poderoso como tú? ¿Quién hace tantas maravillas y prodigios?


Entonces Dios le respondió a Moisés: ―Diles que te envía el Dios eterno, pues YO SOY EL QUE SOY. ¡Mi nombre es YO SOY! Simplemente diles: “YO SOY es el que me ha enviado”.


Griten aterrorizados, porque ha llegado el día del Señor, el tiempo en que el Todopoderoso los aplastará.


Continuó hablando el profeta: Porque amo el monte Sion, porque mi corazón suspira por Jerusalén, no cesaré de orar por ella o de interceder por ella ante Dios hasta que resplandezca en su justicia y sea maravillosa en su salvación.


Las cuatro ruedas tenían una enorme circunferencia y despedían brillos intensos.


Luego, desde el centro de la nube aparecieron cuatro seres extraños, aunque su figura era como la de un ser humano.


¡Pero, cada uno tenía cuatro caras y dos pares de alas!


¡Ay, que ya viene el terrible día del Señor! ¡La anunciada destrucción de parte del Todopoderoso ya se aproxima!


¡Estén alertas! Recuerden los tres años que pasé con ustedes, y que de día y de noche con lágrimas los exhorté a todos ustedes.


y seré un Padre para ustedes, y ustedes serán mis hijos y mis hijas, dice el Señor Todopoderoso».


Recuerden, hermanos, cómo trabajamos y nos fatigamos por anunciarles el evangelio de Dios. De día y de noche trabajamos para no serle una carga a nadie.


Cuida estrechamente tus acciones y tus enseñanzas. Mantente fiel en todo ello, porque así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen.


Con urgencia predica la palabra de Dios; hazlo sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar.


Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos.


Yo Juan, les escribo a las siete iglesias que están en la provincia de Asia: Gracia y paz a ustedes de Aquel que es, que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono,


«Yo soy la A y la Z, —dice el Señor Dios—, el que es, que era y que ha de venir, el Todopoderoso».


diciendo: «Te damos las gracias, Señor, Dios Todopoderoso, que eres y que eras, porque has tomado tu gran poder y has comenzado a reinar.


El humo de su tormento se elevará eternamente, y el que adore a la bestia y a su estatua o se deje marcar con su nombre no tendrá alivio ni de día ni de noche».


Y cantaban un cántico nuevo frente al trono de Dios y delante de los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos. Los únicos que podían cantar aquel canto eran aquellos ciento cuarenta y cuatro mil redimidos de entre los de la tierra.


y cantaban el cántico de Moisés, el siervo de Dios, y el cántico del Cordero: «Formidables y maravillosas son tus obras, Señor, Dios Todopoderoso. Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de las naciones.


Uno de los cuatro seres vivientes entregó a cada uno de los siete ángeles una copa de oro llena del furor del Dios que vive por los siglos de los siglos.


Aquellos son espíritus de demonios que hacen señales milagrosas y que salen a reunir a los gobernantes del mundo para agruparlos en la batalla del gran día del Dios Todopoderoso.


Y oí que el ángel del altar decía: «Sí, Señor, Dios Todopoderoso, tus castigos son justos y verdaderos».


De la boca salía una espada aguda con la que herirá a las naciones, a las que gobernará con puño de hierro. Él exprimirá uvas en el lagar del furor y la ira del Dios Todopoderoso.


Entonces los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron y adoraron a Dios, que estaba sentado sobre el trono, y decían: «¡Amén! ¡Aleluya!».


No vi en la ciudad templo alguno, porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son su templo.


»Escríbele al ángel de la iglesia en Filadelfia: Este mensaje te lo envía el Santo y Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie puede cerrar, y cierra y nadie puede abrir.


y veinticuatro tronos ocupados por veinticuatro ancianos vestidos de blanco y con coronas de oro.


y había un mar como de cristal reluciente. En medio y alrededor del trono había cuatro seres vivientes, llenos de ojos por detrás y por delante.


Y cada vez que los seres vivientes daban gloria, honra y acción de gracias al que estaba sentado en el trono, al que vive para siempre,


Entonces miré. En medio del trono, de los cuatro seres vivientes y de los ancianos, estaba un Cordero de pie en el que eran visibles las heridas que le causaron la muerte. Tenía siete cuernos y siete ojos, que representaban los siete espíritus de Dios enviados a todas partes del mundo.


Y vi cuando el Cordero rompió el primer sello. Entonces uno de los cuatro seres vivientes, con voz de trueno, dijo: «¡Ven y ve!».


Y una voz que brotó de entre los cuatro seres vivientes, dijo: «Vendo por el salario de un día un kilo de trigo o tres kilos de cebada, pero no le hagan daño al aceite ni al vino».


Y los ángeles que, de pie, rodeaban el trono y los ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron delante del trono y adoraron a Dios,


Por eso están delante del trono de Dios y sirven día y noche en su templo. El que está sentado en el trono los protege;