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Génesis 17:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

1 Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el Señor se le apareció y le dijo: ―Yo soy el Dios Todopoderoso. Vive siempre de acuerdo con mi voluntad y haz lo correcto,

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

1 Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el Señor se le apareció y le dijo: «Yo soy El-Shaddai, “Dios Todopoderoso”. Sírveme con fidelidad y lleva una vida intachable.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Tenía Abram noventa y nueve años, cuando se le apareció Yavé y le dijo: 'Yo soy el Dios de las Alturas. Camina en mi presencia y sé perfecto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Era Abram de noventa y nueve años cuando YHVH se le apareció a Abram, y le dijo: Yo soy ’El-Shadday,° anda delante de mí, y sé perfecto,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Tenía Abrán noventa y nueve años cuando se le apareció Yahveh y le dijo: 'Yo soy El-Sadday; anda en mi presencia y sé perfecto.

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Génesis 17:1
45 Tagairtí Cros  

El Señor le dijo a Abram: «Deja tu tierra, tus familiares y la casa de tu padre, y vete a la región que te voy a mostrar.


El Señor se le apareció allí a Abram y le dijo: «Esta tierra se la voy a dar a tus descendientes». Entonces Abram construyó un altar para adorar al Señor, porque se le había aparecido allí.


Abram tenía ochenta y seis años cuando nació Ismael.


El Señor se le apareció a Abraham junto al bosque de encinas de Mamré. Ese día Abraham estaba sentado a la entrada de su carpa, a la hora más caliente del día.


¿Hay algo que sea difícil para el Señor? Como te dije, el próximo año, por este tiempo, volveré a visitarte, y para entonces Sara tendrá un hijo.


“Vendrá, porque mi Señor, en cuya presencia he andado, enviará su ángel contigo y hará que tu misión tenga éxito. Por tanto, busca una muchacha entre la familia de mi padre.


Allí se le apareció el Señor y le dijo: «No vayas a Egipto. Quédate en el lugar que yo te indique.


Que el Dios Todopoderoso te bendiga y te dé muchos hijos; que llegues a ser una nación compuesta de muchas tribus.


Después de esto Dios le dijo: «Yo soy el Dios Todopoderoso. Vas a tener muchos hijos, y tus descendientes serán muy numerosos. Haré de ti una gran nación, y muchos pueblos saldrán de ti. Además, entre descendientes habrá muchos reyes.


¡Quiera el Dios Todopoderoso que aquel hombre les tenga misericordia, para que le dé la libertad a Simeón y deje volver a Benjamín! Y si debo sufrir el dolor de la muerte de ellos, que así sea.


―Yo soy Dios —dijo la voz—, el Dios de tu padre. No tengas miedo de ir a Egipto, porque allí te haré una nación grande.


Entonces bendijo a José, diciéndole: ―Quiera Dios, el Dios de mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me pastoreó toda la vida, bendecir a estos muchachos.


―El Dios Todopoderoso se me apareció en Luz, en la tierra de Canaán.


Esta es la historia de Noé y de sus descendientes. Noé era un hombre justo y bueno, y todo el tiempo vivía conforme a la voluntad de Dios.


Si haces esto, el Señor cumplirá la promesa que me dio, que si mi hijo y sus descendientes observaban sus caminos y le eran fieles, uno de ellos sería siempre rey sobre Israel, y mi dinastía jamás tendría fin.


Salomón le respondió: ―Fuiste muy misericordioso con mi padre David, porque él era honesto, veraz y fiel a ti, y obedecía tus mandamientos. Y has continuado mostrándole tu misericordia, al haberle dado un hijo que se sentara en su trono.


»Ahora, Señor, Dios de Israel, cumple la otra promesa hecha a él, cuando le dijiste: “Si tus descendientes andan en todos mis caminos y hacen mi voluntad, jamás dejará de sentarse uno de ellos en el trono de Israel”.


«Por favor, Señor, recuerda que siempre he tratado de obedecerte y agradarte en todo lo que hago». Y rompió a llorar.


En la tierra de Uz vivía un hombre llamado Job, hombre bueno que temía a Dios y se abstenía de lo malo.


»¿Conoces los pensamientos y propósitos de Dios? El mucho investigar, ¿te los revelará? ¿Estás capacitado para juzgar al Todopoderoso?


Porque él está en los cielos, y hace lo que quiere.


¡Viviré! ¡Sí, en su presencia, aquí en la tierra!


Ser amigo tuyo, oh Dios, es privilegio de quienes te honran. Sólo con ellos compartes los secretos de tu pacto.


El hombre íntegro anda seguro, pero el perverso acabará mal.


Oh Señor, ¿no recuerdas lo fiel que te he sido y que siempre he procurado obedecerte en cuanto has mandado? Y rompió en grandes sollozos.


«¡Oh Señor Dios! Tú hiciste los cielos y la tierra con tu gran poder; no hay para ti nada demasiado difícil.


Todos los habitantes de la tierra son como nada cuando se comparan con él. Hace lo que le parece mejor tanto en el cielo como entre los habitantes de la tierra. Nadie puede oponerse a su poder.


¡Pueblo de Dios! Ya el Señor les ha dicho qué es lo que él espera que ustedes hagan. Ya él les ha enseñado lo que es bueno y espera que ustedes hagan. Lo que el Señor les pide es que practiquen la justicia, que sean misericordiosos y que vivan siguiendo fielmente sus instrucciones.


Entonces el Señor dijo a Moisés: ―¿Cuándo he sido débil? ¡Ahora verás que mi palabra se cumple!


¡es el hombre cuyos ojos están abiertos! El oye las palabras de Dios y tiene conocimiento del Altísimo; él ve lo que el Dios Todopoderoso le ha mostrado.


Jesús los miró fijamente y les dijo: ―Humanamente hablando, nadie. Pero para Dios no hay imposibles.


Ustedes deben ser perfectos, como su Padre que está en los cielos es perfecto.


Zacarías y Elisabet eran piadosos e intachables delante de Dios,


Pablo miró fijamente a los del Consejo y les dijo: ―Hermanos, hasta hoy yo tengo la conciencia tranquila por la forma en la que he actuado delante de Dios.


Por eso trato de que mi conciencia esté siempre limpia delante de Dios y de los hombres.


A Dios sea la gloria, pues por su poder eficaz que actúa en nosotros, él puede hacer muchísimo más de lo que nos podemos imaginar o pedir.


»El Señor tu Dios es Dios de dioses y Señor de señores. Él es el grande y poderoso Dios, temible; que no es parcial y no acepta soborno,


Deberás comportarte de manera irreprensible delante del Señor tu Dios.


Ama al Señor tu Dios, obedécele y aférrate a él, porque él es vida para ti y prolongación de tus días. Así podrás vivir con seguridad en la tierra que el Señor prometió a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob».


Todo lo puedo en Cristo que me da fortaleza.


Así que nosotros, que estamos recibiendo un reino que no se puede alterar, seamos agradecidos. Y porque estamos agradecidos, adoremos a Dios como a él le gusta, con honra y reverencia.


Por eso puede salvar para siempre a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive para siempre y está pidiendo por ellos.


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