Esta es la lista de los hijos de Jacob que lo acompañaron a Egipto con sus familias:
Apocalipsis 4:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Al levantar la vista, contemplé en el cielo una puerta abierta; y la voz que había escuchado antes, estridente como toque de trompeta, me dijo: «Sube acá y te mostraré lo que va a ocurrir después de esto». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces, mientras miraba, vi una puerta abierta en el cielo, y la misma voz que había escuchado antes me habló como un toque de trompeta. La voz dijo: «Sube aquí, y te mostraré lo que tiene que suceder después de esto». Biblia Católica (Latinoamericana) Después de esto miré. Vi una puerta abierta en el cielo y la voz que antes había oído semejante a una trompeta me decía: 'Sube aquí y te mostraré lo que va a suceder en seguida. La Biblia Textual 3a Edicion Después de estas cosas miré, y he aquí, una puerta abierta° en el cielo, y la primera voz que oí, como de trompeta, hablaba conmigo, diciendo: Sube acá, y te mostraré lo que debe suceder después de esto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después de esto, miré y vi una puerta abierta en el cielo. Y aquella voz primera, como de trompeta, que había hablado conmigo, decía: 'Sube acá y te mostraré lo que ha de suceder después'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Después de estas cosas miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, era como de trompeta que hablaba conmigo, diciendo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de ser después de estas. |
Esta es la lista de los hijos de Jacob que lo acompañaron a Egipto con sus familias:
El Señor le dijo: ―Desciende y trae a Aarón contigo. Pero nadie más debe subir al monte, ni siquiera los sacerdotes, pues quien lo haga se expone a mi castigo.
El Señor le dijo a Moisés: «Sube al monte, donde estoy, y quédate hasta que yo te dé las leyes y los mandamientos que he grabado en tablas de piedra, para que puedas enseñárselos al pueblo».
es mejor que él te invite a subir, y no que te humille públicamente. Lo que atestigües con tus ojos,
Ezequiel, hijo de Buzí, era un sacerdote que vivía con los exiliados judíos junto al río Quebar, en Babilonia. El recibió de parte de Dios visiones que le mostraban lo que acontecería en los próximos meses y años.
Cuando Jesús salía de las aguas del bautismo, los cielos se abrieron y vio que el Espíritu de Dios descendía sobre él en forma de paloma;
En el instante en que Jesús salía del agua, vio los cielos abiertos y al Espíritu Santo que descendía sobre él en forma de paloma.
En una ocasión en que todos iban para que Juan los bautizara, Jesús fue y también a él lo bautizó. Y mientras Jesús oraba, el cielo se abrió
Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque él no hablará por su propia cuenta, sino que dirá sólo lo que oiga y les anunciará las cosas que van a pasar.
vio el cielo abierto y un gran lienzo que bajaba a la tierra sostenido por las cuatro puntas.
―¡En este mismo instante —les dijo— veo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios!
Cuando me volví para mirar al que me hablaba, vi siete candeleros de oro.
»Escribe lo que viste, lo que está sucediendo y lo que sucederá después.
Entonces, una potente voz del cielo llamará a los dos profetas, y ellos ascenderán al cielo en una nube, ante los ojos de sus enemigos.
Entonces el templo de Dios se abrió en el cielo y el cofre de su pacto quedó al descubierto. Y hubo relámpagos, estruendos, truenos, un terremoto y una fuerte granizada.
Entonces el séptimo ángel derramó su copa en el aire y un grito brotó del trono del templo que está en el cielo: «¡Ya está terminado!».
Vi entonces que el cielo estaba abierto y contemplé un caballo blanco cuyo jinete se llamaba Fiel y Verdadero, porque con justicia juzga y pelea.
Entonces el ángel me dijo: «Estas palabras son ciertas y dignas de confianza. Dios, el que inspira a los profetas, ha enviado a su ángel a mostrar a sus siervos lo que está por suceder».