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Hechos 10:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

11 vio el cielo abierto y un gran lienzo que bajaba a la tierra sostenido por las cuatro puntas.

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Biblia Reina Valera 1960

11 y vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la tierra;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Vio los cielos abiertos y algo parecido a una sábana grande que bajaba por sus cuatro puntas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 vio el cielo abierto y algo que descendía del cielo: era como una tienda de campaña grande, cuyas cuatro puntas venían a posarse sobre el suelo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Observa que el cielo se abre y que desciende un objeto, como un gran lienzo, que es descolgado a la tierra por° las cuatro puntas,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 y vio el cielo abierto, y que descendía una especie de recipiente a modo de mantel grande, que era bajado por sus cuatro puntas a la tierra.

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Hechos 10:11
28 Tagairtí Cros  

El cetro estará en las manos de Judá, y el bastón de gobernante estará en sus pies, hasta que llegue el rey por excelencia, a quien todos los pueblos obedecerán.


del norte y del sur. Yo traeré a mis hijos e hijas de regreso a Israel desde los más apartados rincones de la tierra.


Porque el Señor que hace volver a los desterrados de Israel dice: «A otros traeré además de mi pueblo Israel».


Ezequiel, hijo de Buzí, era un sacerdote que vivía con los exiliados judíos junto al río Quebar, en Babilonia. El recibió de parte de Dios visiones que le mostraban lo que acontecería en los próximos meses y años.


Óiganme lo que les digo: Muchos gentiles, al igual que este soldado romano, irán de todas partes del mundo a sentarse en el reino de los cielos con Abraham, Isaac y Jacob.


En una ocasión en que todos iban para que Juan los bautizara, Jesús fue y también a él lo bautizó. Y mientras Jesús oraba, el cielo se abrió


―Les aseguro que ustedes verán abrirse el cielo, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.


Y moriría no sólo por esa nación, sino también para reunir a todos los hijos de Dios que estaban dispersos.


Pero cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo.


En el lienzo había toda clase de cuadrúpedos, reptiles y pájaros.


―Un día, en Jope —les dijo—, mientras oraba, se me presentó una visión: del cielo bajaba un gran lienzo atado por las cuatro puntas.


―¡En este mismo instante —les dijo— veo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios!


Porque nunca me avergüenzo de las buenas noticias; ellas constituyen el poder de Dios para la salvación de todos los que creen. A los judíos se les dio el privilegio de ser los primeros en escuchar la predicación de este mensaje, pero ya el mundo entero está escuchándolo.


El pueblo de Israel fue adoptado como hijo de Dios. El Señor le mostró su gloria divina; le dio los pactos, la ley, el culto y las promesas.


»Tú y yo somos judíos de nacimiento, y no simples pecadores gentiles.


Ya no importa si eres judío o griego, esclavo o libre, hombre o mujer. Todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús.


Cuando llegue el tiempo preciso, Dios reunirá todas las cosas —las que están en el cielo y en la tierra— bajo una cabeza, Cristo.


Este es el misterio: que los no judíos compartirán plenamente la herencia con Israel. Ambos son miembros del mismo cuerpo y participan de la misma promesa que Dios nos hizo en Cristo Jesús por medio de las buenas nuevas.


La nacionalidad y la raza, la religión, la educación y la posición social carecen de importancia en esta vida. Lo que importa es que Cristo es todo y está en todos.


Entonces el templo de Dios se abrió en el cielo y el cofre de su pacto quedó al descubierto. Y hubo relámpagos, estruendos, truenos, un terremoto y una fuerte granizada.


Vi entonces que el cielo estaba abierto y contemplé un caballo blanco cuyo jinete se llamaba Fiel y Verdadero, porque con justicia juzga y pelea.


Al levantar la vista, contemplé en el cielo una puerta abierta; y la voz que había escuchado antes, estridente como toque de trompeta, me dijo: «Sube acá y te mostraré lo que va a ocurrir después de esto».


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