me dijo: «Escribe en un libro todo lo que veas, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea».
Apocalipsis 22:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 «Vengo pronto. ¡Bendito el que cree las palabras proféticas que están escritas en este libro!». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro. Biblia Nueva Traducción Viviente «Miren, ¡yo vengo pronto! Benditos son los que obedecen las palabras de la profecía que están escritas en este libro ». Biblia Católica (Latinoamericana) Y voy a llegar pronto.
Feliz el que guarda las palabras proféticas de este libro. La Biblia Textual 3a Edicion He aquí, vengo pronto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este rollo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y mirad que vengo pronto. Dichoso el que guarda las palabras de la profecía de este libro'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) He aquí, yo vengo pronto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro. |
me dijo: «Escribe en un libro todo lo que veas, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea».
Bendito el que lee esta profecía y benditos los que la oyen y le hacen caso, porque la hora de su cumplimiento se aproxima.
«Fíjate bien: Yo vengo como un ladrón. Dichoso el que me espera despierto, el que tiene su ropa lista para no tener que andar desnudo y avergonzado».
Si no te arrepientes, iré pronto a ti y pelearé contra ellos con la espada de mi boca.
«¡Miren, vengo pronto! Traigo conmigo la recompensa que he de dar a cada uno según sus obras.
Solemnemente le advierto a cualquiera que escuche las palabras del mensaje profético de este libro: Si alguno añade algo a lo que está escrito, Dios le añadirá a él las plagas que se describen en este libro.
Y si alguno quita palabras de este libro de profecía, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la santa ciudad, que aquí se describen.
El que da testimonio de estas cosas declara: «Sí, vengo pronto». ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!
Vengo pronto. Retén firmemente lo que tienes, para que nadie te quite tu corona.
Vuélvete a lo que oíste y creíste al principio; guárdalo firmemente y arrepiéntete. Si no lo haces, iré a ti como ladrón, cuando menos lo esperes.