Entonces el Señor hizo que desde el cielo lloviera fuego y azufre sobre Sodoma y Gomorra.
Apocalipsis 20:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Marcharán por todo lo ancho de la tierra y rodearán al pueblo de Dios y su amada ciudad. Pero Dios mandará fuego del cielo y los consumirá por completo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió. Biblia Nueva Traducción Viviente Y los vi cuando subían por toda la anchura de la tierra y rodeaban al pueblo de Dios y a la ciudad amada; pero cayó fuego del cielo sobre el ejército que atacaba y lo consumió. Biblia Católica (Latinoamericana) Invadieron el país entero y cercaron el campamento de los santos, la Ciudad muy amada, pero bajó fuego del cielo y los devoró. La Biblia Textual 3a Edicion Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada, pero° descendió fuego del cielo y los devoró. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Avanzaron por la superficie de la tierra y cercaron el campamento del pueblo santo y la ciudad amada. Pero bajó fuego del cielo y los devoró. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos, y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los devoró. |
Entonces el Señor hizo que desde el cielo lloviera fuego y azufre sobre Sodoma y Gomorra.
Al día siguiente, cuando el criado del profeta se levantó temprano y salió al exterior, vio las tropas, los caballos y los carros por toda la ciudad. ―¡Ay, señor mío! ¿Qué haremos ahora? —exclamó ante Eliseo.
Cayó del cielo fuego para consumir a estos malvados; las llamas devoraron a sus seguidores.
El Señor ama los portones de Sion más que a todas las casas de Jacob.
Hace tiempo está lista la hoguera funeraria de Moloc, el dios asirio, listo el montón de leña. El aliento del Señor como fuego de volcán la encenderá.
Aquella noche el ángel del Señor salió y fue al campo de los asirios y mató a ciento ochenta y cinco mil soldados. Cuando al día siguiente se despertaron los sobrevivientes, vieron ante sí los millares de cadáveres.
Esto sucederá en el futuro distante. Yo te traeré contra mi tierra, y mi celo quemante será reconocido a través de la destrucción que provocaré por medio de ti.
¡Yo pelearé contra ti y todos tus aliados con espada, peste, lluvias torrenciales, grandes piedras de granizo, fuego y azufre!
Tú y todos tus aliados —un vasto y temible ejército— descenderán sobre ellos como una tormenta y ocuparán la tierra como si fueran una nube.
También haré descender lluvia de fuego sobre Magog y sobre todos tus aliados que viven confiadamente sobre las costas, y ellos sabrán que yo soy el Señor.
Yo mismo los sacaré del exilio, los conduciré de nuevo a la libertad, y los llevaré de regreso a su propia tierra. Yo, el Señor, que soy su Rey, iré delante de ellos abriéndoles camino.
Estoy levantando una nueva potencia en el escenario mundial: los caldeos. Esa es una nación cruel y violenta que marchará por el mundo y conquistará con su poderoso ejército a las naciones vecinas.
El pueblo empezó pronto a quejarse, y el Señor lo oyó. Su furor se encendió contra ellos a causa de sus quejas, y el fuego del Señor empezó por destruir a los que se encontraban en uno de los extremos del campamento.
Enseguida descendió fuego del Señor y quemó a los doscientos cincuenta hombres que estaban ofreciéndole incienso.
Pero cuando Lot salió de Sodoma, cayó fuego y azufre del cielo y acabó con todos.
Llegarán sobre ti días en que tus enemigos harán un muro y te rodearán, y te atacarán por todos lados.
»Cuando vean a Jerusalén rodeada de ejércitos, sepan que su destrucción está cerca.
Cuando Jacobo y Juan, sus discípulos, vieron esto, le preguntaron: ―Señor, ¿quieres que mandemos que caiga fuego del cielo y los destruya?
El campamento debe mantenerse limpio y santo porque el Señor lo recorre para protegerte y para hacer que tus enemigos caigan delante de ti. No debe haber en él ninguna cosa indecente para que no se aparte el Señor de ti.
y castigue a los que no conocen a Dios ni obedecen el evangelio de nuestro Señor Jesús.
Por eso, salgamos a encontrarnos con él fuera del campamento, compartamos la deshonra que él sufrió,
Cualquiera que trate de hacerles daño, morirá víctima de las llamaradas de fuego que brotan de la boca de aquellos dos personajes.
Los milagros que realizaba eran increíbles; podía, por ejemplo, hacer que cayeran del cielo llamaradas de fuego ante los ojos asombrados de la humanidad.