Convertiré a Babilonia en páramo para los puercoespines, lleno de pantanos y ciénagas. Barreré el país con escoba de destrucción, dice el Señor Todopoderoso.
Apocalipsis 18:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 y con voz potente gritó: «¡Ya cayó, ya cayó la gran Babilonia! Babilonia se ha convertido en guarida de demonios, en antro de espíritus inmundos y en nido de toda ave impura y odiosa, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. Biblia Nueva Traducción Viviente Dio un fuerte grito: «¡Ha caído Babilonia, cayó esa gran ciudad! Se ha convertido en una casa para los demonios. Es una guarida para todo espíritu inmundo, un nido para todo buitre repugnante y una cueva para todo animal sucio y espantoso. Biblia Católica (Latinoamericana) Gritó con voz potente:
'¡Cayó, cayó la Gran Babilonia!
Se ha convertido en guarida de demonios,
en refugio de espíritus inmundos,
en nido de aves impuras
y asquerosas;' La Biblia Textual 3a Edicion Y clamó con voz potente, diciendo: ¡Cayó, cayó la gran Babilonia,° y se convirtió en morada de demonios y guarida de todo espíritu inmundo y encierro de toda ave inmunda y aborrecible!° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Gritó con voz potente, diciendo: '¡Cayó, cayó Babilonia, la grande! Se ha convertido en morada de demonios, en guarida de toda clase de espíritus inmundos, en guarida de toda suerte de aves impuras y aborrecibles. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y clamó fuertemente en alta voz, diciendo: ¡Caída es, caída es Babilonia la grande! Y es hecha habitación de demonios, y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. |
Convertiré a Babilonia en páramo para los puercoespines, lleno de pantanos y ciénagas. Barreré el país con escoba de destrucción, dice el Señor Todopoderoso.
Por lo tanto, profetiza contra ellos. Diles que desde su santo templo tronará el Señor contra los suyos y contra todos los habitantes de la tierra. Gritará de coraje, y tan fuerte como lo hacen los que en la vendimia exprimen el jugo de las uvas bajo sus pies.
y Babilonia se convertirá en un montón de ruinas, refugio de chacales, espantoso e increíble espectáculo, motivo de burla y vergüenza, sin persona viva.
Pero ahora, de pronto, también cayó Babilonia. Lloren por ella; denle medicina, quizá pueda aún ser sanada.
El Señor ruge como si fuera un león desde Sion, desde Jerusalén lanza su grito, y la tierra y el cielo comienzan a temblar. ¡Pero el Señor protegerá a su pueblo, será un refugio seguro para Israel!
La que fuera ciudad orgullosa se convertirá en tierra de pastoreo para ovejas. Toda clase de animales salvajes pondrán ahí su guarida. El erizo tendrá allí su madriguera. Los buitres y los búhos vivirán entre las ruinas de los palacios, cantando desde las ventanas desvencijadas. Los cuervos graznarán desde sus puertas carcomidas. Todo su entablado de cedro quedará a la intemperie, a merced del viento.
Sus pies parecían como bronce al rojo vivo en un horno, y su voz retumbaba tan fuerte como una catarata.
y dio un grito semejante al rugido de un león. Poco después, los siete truenos rugieron también.
Durante tres días y medio se exhibirá sus cadáveres en las calles de la ciudad llamada «Sodoma» o «Egipto» en sentido figurado, donde crucificaron a su Señor. No se le permitirá a nadie enterrarlos, y gente de todo pueblo, tribu, lengua y nación desfilará junto a ellos para verlos.
Del templo salió otro ángel y le gritó: «¡Mete la hoz y recoge la cosecha! ¡Los sembrados del mundo están listos para ser cosechados!».
Y otro ángel que lo seguía gritaba: «¡Cayó Babilonia! ¡Cayó la gran ciudad que sedujo a las naciones a participar del vino de su adulterio!».
Vi que el dragón, la bestia y el falso profeta dejaban escapar de la boca tres espíritus del mal con forma de ranas.
La gran ciudad de Babilonia quedó dividida en tres partes, y las ciudades de todo el mundo se desplomaron. ¡Los pecados de la gran Babilonia se agolparon en la memoria de Dios y la ciudad tuvo que sorber como castigo el vino del ardor de su ira!
Y la mujer que has visto representa a la gran ciudad que gobierna a los reyes de la tierra».
En la frente llevaba escrito su misterioso nombre: BABILONIA LA GRANDE, MADRE DE LAS PROSTITUTAS Y MADRE DE LAS MÁS ODIOSAS IDOLATRÍAS DEL MUNDO.
Desde la distancia, la contemplarán temblorosos de miedo al ver semejante castigo, y gritarán: «¡Pobre, pobre Babilonia, la gran ciudad poderosa! ¡En un instante te llegó el juicio!».
Entonces un ángel poderoso tomó una peña con forma de piedra de molino y la arrojó en el mar diciendo: «Babilonia, la gran ciudad, será arrojada como yo arrojé esta piedra, y desaparecerá para siempre.
En aquel mismo instante, un ángel poderoso preguntó con voz fuerte: «¿Quién es digno de abrir el pergamino y romper sus sellos?».