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Jeremías 25:30 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

30 Por lo tanto, profetiza contra ellos. Diles que desde su santo templo tronará el Señor contra los suyos y contra todos los habitantes de la tierra. Gritará de coraje, y tan fuerte como lo hacen los que en la vendimia exprimen el jugo de las uvas bajo sus pies.

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Biblia Reina Valera 1960

30 Tú, pues, profetizarás contra ellos todas estas palabras y les dirás: Jehová rugirá desde lo alto, y desde su morada santa dará su voz; rugirá fuertemente contra su morada; canción de lagareros cantará contra todos los moradores de la tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

30 »Ahora, profetiza todas estas cosas y diles: »“El Señor rugirá contra su propia tierra desde su santa morada en el cielo. Él gritará como los que pisan las uvas; gritará contra todos los habitantes de la tierra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

30 Y tú les comunicarás todas estas cosas y les dirás: Ruge Yavé desde lo alto, y grita desde su santa morada. Ruge con fuerza contra su corral y lanza gritos como los que pisan la uva en el lagar. A todos los habitantes de la tierra, hasta el fin del mundo, ha llegado el eco de su voz.

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La Biblia Textual 3a Edicion

30 Por tanto, profetízales todas estas palabras, diles: YHVH ruge desde lo alto, Desde la morada de su santidad hace resonar su voz; Ruge con fuerza sobre su morada; Entona la copla de los que pisan el lagar, Contra todos los habitantes del mundo,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

30 Profetízales, pues, todas estas cosas y diles: 'Ruge Yahveh desde lo alto, da voces desde su santa morada; ruge fuerte sobre su pradera, responde con gritos como los pisadores de uva. A todos los habitantes de la tierra

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Jeremías 25:30
25 Tagairtí Cros  

Entonces, siguiendo las instrucciones de David, Sadoc llevó el cofre de regreso a la ciudad. ―Si es la voluntad del Señor —dijo David—, él me permitirá regresar para ver el cofre y el santuario nuevamente. Pero si no, que haga conmigo lo que mejor le parezca.


Los sacerdotes y levitas se pusieron de pie y bendijeron al pueblo, y sus oraciones llegaron hasta la santa morada de Dios en los cielos.


Pero el Señor está en su santo templo; aún reina desde el cielo, observa atentamente cuanto ocurre y a cada ser humano aquí en la tierra.


«Este es mi hogar donde moraré para siempre. Aquí habitaré porque así lo deseo.


Las naciones se alborotan y tambalean los reinos, pero cuando Dios habla, la tierra se funde.


para no escuchar la música de los más hábiles encantadores.


Entonces se alzó el Señor como si hubiera estado durmiendo, como hombre poderoso que se despierta de un sueño causado por el vino;


Así que lloro y me lamento por Jazer y por los viñedos de Sibma. Correrá mi llanto por Hesbón y Elalé, porque ha caído la destrucción sobre sus frutos de verano y sus mieses.


Al escuchar tu voz huye el enemigo; cuando tú te alzas, se desbandan las naciones.


El Señor será poderoso guerrero, lleno de ira contra sus enemigos. Lanzará un fuerte grito de guerra y vencerá.


¡Pero nuestro refugio, oh Señor, eres tú, en quien siempre podemos encontrar protección!


El Señor ha salido como león que sale de su cubil en busca de presa. Su tierra ha sido asolada por ejércitos en guerra, provocados por la tremenda cólera del Señor.


El júbilo y la alegría se fueron de la fértil Moab. Ya los lagares no dan vino; no hay quien exprima las uvas bajo sus pies mientras entona canciones alegres. Gritos hay, sí, ¡pero no de alegría!


El Señor rugirá como un león y su pueblo lo seguirá. Sí, él rugirá y su pueblo vendrá temblando desde el oeste.


Rasgaré a Efraín y a Judá como un león despedaza su presa; me los llevaré y ahuyentaré a todos los que quieran rescatarlos.


El Señor ruge como si fuera un león desde Sion, desde Jerusalén lanza su grito, y la tierra y el cielo comienzan a temblar. ¡Pero el Señor protegerá a su pueblo, será un refugio seguro para Israel!


Este es su mensaje: «Desde Sion el Señor rugirá como un león, desde Jerusalén lanzará un poderoso grito. Será tan terrible su grito que los pastos de los campos se secarán y se resecará la cumbre del monte Carmelo».


Cuando el león ruge, todos se asustan; así también cuando el Señor comunica un mensaje, los profetas tienen que comunicarlo.


¡Que toda la humanidad guarde silencio delante del Señor, porque se ha puesto en pie en su santa morada!».


Mira desde tu santa morada en el cielo y bendice a tu pueblo y la tierra que nos has dado tal como prometiste a nuestros antepasados, una tierra de la que fluye leche y miel”.


De la boca salía una espada aguda con la que herirá a las naciones, a las que gobernará con puño de hierro. Él exprimirá uvas en el lagar del furor y la ira del Dios Todopoderoso.


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