Apocalipsis 12:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Estos últimos, una vez vencidos, fueron expulsados del cielo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Biblia Nueva Traducción Viviente El dragón perdió la batalla y él y sus ángeles fueron expulsados del cielo. Biblia Católica (Latinoamericana) pero no pudieron vencer, y ya no hubo lugar para ellos en el cielo. La Biblia Textual 3a Edicion pero no prevaleció, ni fue hallado ya en el cielo lugar para ellos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero no prevaleció ni hubo lugar para ellos en el cielo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) pero no prevalecieron, ni fue hallado ya el lugar de ellos en el cielo. |
y no volverán jamás a su familia y su hogar: jamás volverán a aparecer.
Desde mi juventud mis enemigos me han perseguido, pero no han logrado acabar conmigo.
No permitas que mis enemigos digan: «Lo hemos vencido». No los dejes gozarse por mi derrota.
Sólo un breve tiempo, y los malvados desaparecerán. Inútilmente los buscarán.
Van a intentar acabar contigo, pero fracasarán porque yo estoy contigo, dice el Señor. Yo te libraré.
¿No me tienen respeto alguno?, pregunta el Señor Dios. ¿Cómo es que ni siquiera tiemblan en mi presencia? Mi poder es tan grande que yo fui quien establecí sus límites a los mares del mundo y ellos por más que se embravezcan y rujan, no podrán traspasarlos. ¿No es de ser temido y respetado un Dios así de poderoso?
Tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y los poderes del infierno no prevalecerán contra ella.
para asumir el apostolado de Judas el traidor, quien ya está donde le corresponde estar».
Y a los ángeles que abandonaron el lugar de autoridad que Dios les había dado, ahora Dios los mantiene encadenados en prisiones de oscuridad en espera del gran día del juicio.
Ellos lo vencieron con la sangre del Cordero y por el mensaje del que dieron testimonio, pues teniendo en poco sus vidas, no evitaron la muerte.
Se libró entonces una gran batalla en el cielo. Miguel y los ángeles que están bajo su mando pelearon contra el dragón y sus huestes de ángeles.
¡Aquel gran dragón, que no es otro sino la serpiente antigua que se llama diablo o Satanás, y engaña a todo el mundo, fue arrojado a la tierra junto con la totalidad de su ejército!
Y vi un gran trono blanco sobre el que alguien estaba sentado. Al verlo, la tierra y el cielo salieron huyendo, sin dejar rastro alguno.