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Apocalipsis 10:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Vi a otro ángel poderoso descender del cielo envuelto en una nube, con un arco iris sobre la cabeza. El rostro le resplandecía como el sol y sus piernas llameaban como antorchas gigantescas.

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Biblia Reina Valera 1960

Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces vi a otro ángel poderoso que descendía del cielo envuelto en una nube con un arco iris sobre su cabeza. Su cara brillaba como el sol, y sus pies eran como columnas de fuego.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Vi después a otro ángel formidable que bajaba del cielo envuelto en una nube; el arco iris rodeaba su cabeza, su cara era como el sol y sus piernas como columnas de fuego.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Vi a otro ángel fuerte, que descendía del cielo envuelto en una nube: el arco iris estaba sobre su cabeza, y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Vi a otro ángel poderoso, que bajaba del cielo envuelto en una nube. Tenía sobre su cabeza el arcoiris; su rostro era como el sol y sus piernas como columnas de fuego.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, envuelto en una nube, y un arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.

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Apocalipsis 10:1
28 Tagairtí Cros  

Afirmas sobre las aguas tus altos aposentos y haces de las nubes tus carros de guerra. ¡Tú cabalgas en las alas del viento!


Rodeado está de nubes y tinieblas. Rectitud y justicia son el fundamento de su trono.


Mientras Aarón les hablaba, apareció repentinamente del desierto, de dentro de la nube que los guiaba, la majestuosa gloria del Señor.


Sus piernas, como columnas de mármol asentadas en bases de oro finísimo, fuerte como cedro del Líbano; él es sin par.


Este es el mensaje de Dios respecto a Egipto: ¡Miren! ¡Cabalgando en veloz nube el Señor viene contra Egipto! ¡Los ídolos de Egipto tiemblan, los corazones de los egipcios se derriten de miedo!


Así como en días de Noé juré que jamás permitiría que la inundación de las aguas cubriera la tierra y destruyera su vida, juro ahora que jamás volveré a derramar mi ira sobre ti como lo hice durante el exilio.


Te has cubierto como con una espesa nube para que nuestras oraciones no lleguen hasta ti.


Había una aureola resplandeciente semejante a un arco iris alrededor de él. Ese era el aspecto que la presencia magnífica del Señor tenía para mí. Y cuando yo lo vi, caí rostro a tierra, y oí la voz de alguien que me hablaba.


Su cuerpo brillaba como topacio; su cara resplandecía como el relámpago y sus ojos eran como antorchas de fuego; sus brazos y pies brillaban como el bronce pulido, y su voz era como el rugido de una vasta multitud de gente.


»Luego seguí viendo en mis visiones nocturnas. Vi la llegada de uno que parecía un hombre ordinario, ¡traído sobre nubes del cielo! Se acercó al Anciano cargado de años y lo llevaron ante él.


le dijo el Señor a Moisés: «Adviértele a tu hermano Aarón que no puede entrar en cualquier momento al Lugar Santísimo, que está detrás de la cortina, donde se encuentra el cofre del pacto cubierto con el propiciatorio. El castigo por hacerlo es la muerte. Porque yo mismo estoy presente en la nube que está sobre el propiciatorio.


Allí Jesús se transfiguró delante de los discípulos. Su rostro se volvió brillante como el sol, y su ropa blanca como la luz.


Entonces verán al Hijo del hombre que viene en una nube con gran poder y gloria.


Era el mediodía, oh rey Agripa, cuando por el camino vi una luz del cielo, más brillante que el sol y su resplandor nos envolvió a mí y a los que iban conmigo.


¡Miren! ¡Viene en las nubes, ante los ojos de la humanidad entera, y hasta los que lo traspasaron lo verán! Y las naciones de la tierra llorarán de pesar por él. ¡Amén! ¡Que así sea!


Después de esto vi que desde el cielo descendía otro ángel que, cubierto de gran autoridad, iluminó la tierra con su resplandor,


Entonces un ángel poderoso tomó una peña con forma de piedra de molino y la arrojó en el mar diciendo: «Babilonia, la gran ciudad, será arrojada como yo arrojé esta piedra, y desaparecerá para siempre.


Entonces vi que un ángel descendió del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en la mano,


El que estaba sentado fulguraba como lustroso diamante o reluciente rubí. Alrededor del trono había un arco iris brillante como la esmeralda,


En aquel mismo instante, un ángel poderoso preguntó con voz fuerte: «¿Quién es digno de abrir el pergamino y romper sus sellos?».


Y mientras miraba, un águila cruzó los cielos gritando: «¡Ay, ay, ay, de los habitantes de la tierra, por lo que acontecerá cuando los otros tres ángeles toquen sus trompetas!».