Hicieron duelo, lloraron y ayunaron todo aquel día por Saúl, por su hijo Jonatán y por el pueblo del Señor que habían muerto ese día.
2 Samuel 3:32 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Sepultaron a Abner en Hebrón, y el rey y todo el pueblo lloraron junto a la tumba. Y David entonó el siguiente lamento: Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y sepultaron a Abner en Hebrón; y alzando el rey su voz, lloró junto al sepulcro de Abner; y lloró también todo el pueblo. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que enterraron a Abner en Hebrón, y el rey y todo el pueblo lloraron junto a la tumba. Biblia Católica (Latinoamericana) Durante el entierro en Hebrón, el rey habló en alta voz y lloró ante la tumba; todo el pueblo lloró con él. La Biblia Textual 3a Edicion Y sepultaron a Abner en Hebrón. Y el rey alzó su voz y lloró junto al sepulcro de Abner, y lloró también todo el pueblo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sepultaron a Abner en Hebrón. El rey rompió a llorar en voz alta junto al sepulcro de Abner y con él todo el pueblo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y sepultaron a Abner en Hebrón; y alzando el rey su voz, lloró junto al sepulcro de Abner; y lloró también todo el pueblo. |
Hicieron duelo, lloraron y ayunaron todo aquel día por Saúl, por su hijo Jonatán y por el pueblo del Señor que habían muerto ese día.
Al oír la noticia, el rey rompió a llorar y subió al cuarto que estaba encima de la puerta. Se lamentaba diciendo: «¡Ay, Absalón, hijo mío! ¡Absalón, hijo mío! ¡Ojalá hubiera muerto yo en tu lugar! ¡Ay, hijo mío, Absalón, hijo mío!». Entonces, el rey se entristeció mucho, subió a la habitación que estaba encima de la puerta, y mientras lloraba, decía: «¡Hijo mío Absalón, hijo mío Absalón! ¡Ojalá yo hubiera muerto en tu lugar, Absalón, hijo mío, hijo mío!».
David ordenó que les dieran muerte, y así lo hicieron. Les cortaron las manos y los pies y colgaron sus cuerpos cerca del pozo en Hebrón. Luego tomaron la cabeza de Isboset y la sepultaron en el sepulcro de Abner, en Hebrón.
también esto debe ser castigado por los jueces. Pues si tales cosas hubiera hecho yo, significaría que negaba al Dios del cielo.
No te alegres cuando tu enemigo caiga, ni dejes que tu corazón se regocije cuando tropiece,