Pero Judá le dijo: ―Aquel hombre no estaba bromeando cuando dijo: “No regresen, a menos que su hermano venga con ustedes”. Así que no podemos ir, a menos que dejes que Benjamín vaya con nosotros.
2 Samuel 3:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 «De acuerdo —respondió David—, pero no negociaré contigo a menos que me traigas a mi esposa Mical, la hija de Saúl». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y David dijo: Bien; haré pacto contigo, mas una cosa te pido: No me vengas a ver sin que primero traigas a Mical la hija de Saúl, cuando vengas a verme. Biblia Nueva Traducción Viviente «Muy bien —respondió David—, pero no negociaré contigo a menos que cuando vengas me traigas a mi esposa Mical, hija de Saúl». Biblia Católica (Latinoamericana) David le respondió: 'De acuerdo, haré un pacto contigo, pero con una condición: Cuando vengas, tráeme a Mical, la hija de Saúl; si no, nada sacarás con presentarte ante mí'. La Biblia Textual 3a Edicion Y él respondió: Bien, yo concertaré pacto contigo, pero una cosa requeriré de ti: No verás mi rostro sin que primero traigas a Mical hija de Saúl cuando vengas a verme. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondió David: 'Está bien; haré un trato contigo. Solamente te pido una cosa: no has de venir a verme si no traes a Mical, hija de Saúl, cuando te presentes ante mí'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y David dijo: Bien; yo haré alianza contigo; pero una cosa requiero de ti, y es: Que no mirarás mi rostro, a menos que primero traigas a Mical, la hija de Saúl, cuando vinieres a verme. |
Pero Judá le dijo: ―Aquel hombre no estaba bromeando cuando dijo: “No regresen, a menos que su hermano venga con ustedes”. Así que no podemos ir, a menos que dejes que Benjamín vaya con nosotros.
le respondimos: “No podemos, a menos que dejes que nuestro hermano menor vaya con nosotros. Sólo en ese caso podemos ir”.
Entonces Abner envió unos mensajeros a David con el siguiente recado: «Le propongo que haga un pacto conmigo, y yo me comprometo a hacer todo lo posible para que todos los israelitas lo acepten como rey, pues, en realidad, toda la tierra de Israel le pertenece a usted».
(Pero cuando el cofre llegó a Jerusalén, a la Ciudad de David, Mical, esposa de David e hija del rey Saúl, sintió una profunda repugnancia hacia David, porque lo observó desde la ventana bailando como loco).