Confiesen pues, sus pecados al Señor, Dios de sus padres, y hagan lo que él les pide, es decir, sepárense del pueblo pagano que está alrededor de ustedes, y de esas mujeres.
2 Corintios 6:17 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Por eso el Señor añade: «Salgan de en medio de ellos, apártense; no toquen sus inmundicias, y yo los recibiré Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, Biblia Nueva Traducción Viviente Por lo tanto, salgan de entre los incrédulos y apártense de ellos, dice el Señor. No toquen sus cosas inmundas, y yo los recibiré a ustedes. Biblia Católica (Latinoamericana) Por eso, salgan de en medio de ellos y apártense, dice el Señor. No toquen nada impuro y yo los miraré con agrado. La Biblia Textual 3a Edicion Por tanto, Salid de en medio de ellos, y separaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por eso añade: Salid de entre ellos y vivid aparte, dice el Señor. No toquéis nada impuro, y yo os acogeré. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por lo cual salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, |
Confiesen pues, sus pecados al Señor, Dios de sus padres, y hagan lo que él les pide, es decir, sepárense del pueblo pagano que está alrededor de ustedes, y de esas mujeres.
Los judíos que habían regresado de la cautividad en Babilonia celebraron la Pascua. También se les unieron aquellos que vivían entre ellos, y que habían abandonado las costumbres perversas de los pueblos vecinos, y habían decidido adorar al Señor, Dios de Israel. La celebración de la fiesta de los Panes sin levadura duró siete días. La festejaron con mucho júbilo, porque el Señor les había llenado de alegría al permitir que el rey de Asiria los tratara con tanta benevolencia y les hubiera ayudado a reconstruir el templo del Dios de Israel.
¡Salgan, salgan pronto! ¡Dejen sus cadenas de esclavitud! ¡No toquen nada de la inmundicia de Babilonia! Ustedes, los que traen de regreso los utensilios del templo, ¡Purifíquense y no toquen nada impuro!
No he participado de los alegres festines del pueblo, más bien me he apartado de ellos enojado por sus malas conductas, lleno de indignación. ¿No dejarán jamás de perseguirme? ¡Es que a veces siento que no hay remedio para mis males y en ocasiones te siento indiferente a mi dolor!».
¡Huyan de Babilonia! ¡Sálvese quien pueda! ¡No dejen que los atrapen! Si se quedan, serán destruidos cuando el Señor ejecute su venganza por los actos de maldad de Babilonia.
―Vamos, rápido —le dijo al pueblo—, apártense de las tiendas de estos hombres inicuos, y no toquen nada que pertenezca a ellos, o serán ustedes incluidos en su pecado y serán destruidos con ellos.
―Apártate de este pueblo, para que pueda destruirlo instantáneamente. Pero Moisés y Aarón se postraron en tierra delante del Señor.
Y con muchas palabras más, Pedro les exhortaba y les decía: ―¡Aléjense de esta gente perversa!
Así que, para gloria de Dios, trátense en la iglesia con el mismo afecto con que Cristo los ha recibido.
Puesto que tenemos tan grandes promesas, amados hermanos, apartémonos del mal, ya sea mal corporal o espiritual. Así en el temor de Dios procuraremos ser completamente santos.
Entonces oí otra voz del cielo que decía: «Sal de esa ciudad, pueblo mío; no participes en su pecado para que no se te castigue con ella,