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2 Corintios 4:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

A diario corremos peligro de muerte por servir a Jesús, para que también en nosotros se vea la vida que Jesús da.

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Biblia Reina Valera 1960

Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Es cierto, vivimos en constante peligro de muerte porque servimos a Jesús, para que la vida de Jesús sea evidente en nuestro cuerpo que muere.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pues a los que estamos vivos nos corresponde ser entregados a la muerte a cada momento por causa de Jesús, para que la vida de Jesús se manifieste en nuestra existencia mortal.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Porque nosotros, los que vivimos, somos entregados constantemente a la muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús sea manifestada en nuestra carne mortal.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pues nosotros, aunque en vida, nos vemos siempre entregados a la muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por Jesús, para que también la vida de Jesús sea manifestada en nuestra carne mortal.

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2 Corintios 4:11
11 Tagairtí Cros  

Así como un agricultor abre surcos en la tierra y saca la roca, así los huesos de los malvados serán dispersados sin un buen entierro.


Por tu causa, cada día nos llevan a la muerte; nos tratan como oveja para el matadero.


Y si el Espíritu de Dios que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, él mismo les dará vida a sus cuerpos mortales.


Las Escrituras dicen: «Por tu causa nos amenazan de muerte todo el tiempo, nos tratan como a ovejas de matadero».


Les aseguro que a diario arriesgo la vida; tan cierto es esto como el orgullo que siento por ustedes, en Cristo Jesús, nuestro Señor.


Al igual que ahora hemos llevado la imagen de Adán, un día nos pareceremos a Cristo.


Por dondequiera que vamos, este cuerpo nuestro se enfrenta a la muerte al igual que Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nosotros.


En conclusión: La muerte actúa en nosotros y en ustedes se hace presente la vida.


El cuerpo terrenal que ahora tenemos nos hace gemir y suspirar, ya que no queremos desvestirnos de este cuerpo. Preferimos revestirnos del nuevo cuerpo, de manera que nuestro cuerpo mortal sea absorbido por la vida.


Aunque todo el mundo nos conoce, nos tratan como a desconocidos; arriesgamos la vida, pero estamos vivos; nos han golpeado, pero sobrevivimos.