Les aseguro que cuanto aten en la tierra quedará atado en el cielo, y que lo que suelten en la tierra quedará suelto en el cielo.
2 Corintios 2:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Yo perdonaré a cualquiera que perdonen. Y lo que yo haya perdonado, si algo tenía que perdonar, lo he hecho por ustedes delante de Cristo, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y al que vosotros perdonáis, yo también; porque también yo lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo, Biblia Nueva Traducción Viviente Si ustedes perdonan a este hombre, yo también lo perdono. Cuando yo perdono lo que necesita ser perdonado, lo hago con la autoridad de Cristo en beneficio de ustedes, Biblia Católica (Latinoamericana) A quien ustedes perdonen, también yo le perdono, y lo que he perdonado, si realmente tenía algo que perdonar, lo perdoné en atención a ustedes, en presencia de Cristo. La Biblia Textual 3a Edicion Y a quien algo perdonéis, yo también, porque también lo que yo he perdonado, si algo he perdonado, ha sido por vosotros en presencia del Mesías; Biblia Serafín de Ausejo 1975 A quien vosotros perdonéis, también yo lo perdono; pues lo que yo he perdonado, si algo tuve que perdonar, ha sido en atención a vosotros en presencia de Cristo, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y al que vosotros perdonéis algo, yo también lo perdono; porque si algo he perdonado, a quien lo he perdonado, por vosotros lo he hecho en la persona de Cristo; |
Les aseguro que cuanto aten en la tierra quedará atado en el cielo, y que lo que suelten en la tierra quedará suelto en el cielo.
A los que ustedes les perdonen sus pecados, les serán perdonados; a los que ustedes no se los perdonen, no les serán perdonados.
Convoquen a una reunión en el nombre de Jesucristo nuestro Señor, y con su poder yo estaré en espíritu,
Porque Dios, que dijo: «Resplandezca la luz en las tinieblas», hizo brillar su luz en nuestros corazones y nos ha hecho comprender que es el resplandor de su gloria lo que brilla en el rostro de Cristo.
Somos embajadores de Cristo. Dios les habla a ustedes por medio de nosotros: «En el nombre de Cristo les rogamos, ¡reconcíliense con Dios!».
Con la integridad de nuestras vidas, con nuestro entendimiento del evangelio y con nuestra paciencia y bondad hemos hecho nuestro servicio. El Espíritu Santo vive en nosotros y amamos con sinceridad.
Al contrario, sean bondadosos entre ustedes, sean compasivos y perdónense las faltas los unos a los otros, de la misma manera que Dios los perdonó a ustedes por medio de Cristo.