y a ese hombre entréguenlo a Satanás, para que su naturaleza pecaminosa sea destruida, con la esperanza de que su espíritu se salve en el día del Señor.
2 Corintios 13:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 La última vez que estuve allá les advertí a los que andaban en pecado, y ahora les advierto a ellos y a los demás, que en esta ocasión voy dispuesto a castigarlos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 He dicho antes, y ahora digo otra vez como si estuviera presente, y ahora ausente lo escribo a los que antes pecaron, y a todos los demás, que si voy otra vez, no seré indulgente; Biblia Nueva Traducción Viviente Ya puse sobre aviso a los que andaban en pecado cuando estuve ahí durante mi segunda visita. Ahora les advierto de nuevo a ellos y a todos los demás, tal como lo hice antes, que la próxima vez no tendré compasión de ellos. Biblia Católica (Latinoamericana) Ya se lo dije, y ahora que estoy lejos se lo repito como la segunda vez que estuve allá: cuando vuelva a visitarlos no tendré piedad. Que lo sepan tanto los que vivieron en pecado como los demás. La Biblia Textual 3a Edicion He dicho antes, cuando estuve presente la segunda vez, y aunque ahora estoy ausente, lo digo° de antemano a los que pecaron anteriormente y a todos los demás: si voy otra vez, no seré indulgente, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dije antes, y ahora repito, ausente, lo mismo que hice la segunda vez, cuando estaba presente, a los que antes pecaron y a todos los demás: que, de venir otra vez, ya no tendré miramientos, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Os he dicho antes, y ahora os digo otra vez como si estuviera presente, y ahora ausente lo escribo a los que antes pecaron, y a todos los demás, que si vengo otra vez, no seré indulgente; |
y a ese hombre entréguenlo a Satanás, para que su naturaleza pecaminosa sea destruida, con la esperanza de que su espíritu se salve en el día del Señor.
Pongo a Dios por testigo de que todavía no he ido a visitarlos porque no quiero ser duro con ustedes.
Voy a visitarlos por tercera vez, pero tampoco les costaré nada. No quiero su dinero; ¡los quiero a ustedes! Después de todo, los hijos no son los que sustentan a los padres, sino estos a sus hijos.
Les he escrito esta carta con la esperanza de que cuando los visite no tenga que ser duro y usar mi autoridad. Quiero emplear la autoridad que me confirió el Señor para ayudarlos a madurar y no para destruirlos.