Luego me entregarán a los romanos, para que se burlen de mí y me crucifiquen. Pero al tercer día resucitaré».
2 Corintios 11:25 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Tres veces me han azotado con varas. Una vez me apedrearon. Tres veces he naufragado. Una vez me pasé una noche y un día en alta mar. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; Biblia Nueva Traducción Viviente Tres veces me azotaron con varas. Una vez fui apedreado. Tres veces sufrí naufragios. Una vez pasé toda una noche y el día siguiente a la deriva en el mar. Biblia Católica (Latinoamericana) tres veces fui apaleado, una vez fui apedreado, tres veces naufragué, y una vez pasé un día y una noche perdido en alta mar. La Biblia Textual 3a Edicion Tres veces fui azotado con vara;° una vez apedreado;° tres veces fui náufrago; una noche y un día he estado° en lo profundo;° Biblia Serafín de Ausejo 1975 tres veces fui azotado con varas; una fui apedreado; tres naufragué y pasé un día y una noche en medio del mar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tres veces fui azotado con varas; una vez apedreado; tres veces padecí naufragio; una noche y un día estuve en las profundidades; |
Luego me entregarán a los romanos, para que se burlen de mí y me crucifiquen. Pero al tercer día resucitaré».
Pero los labradores los atacaron: a uno lo golpearon, a otro lo mataron y a otro lo apedrearon.
Sin embargo, llegaron de Antioquía e Iconio varios judíos que hicieron que ese gentío cambiara de parecer y apedreara a Pablo. Como creían que estaba muerto, lo arrastraron fuera de la ciudad.
Cuando Pablo y Bernabé se enteraron de que los judíos y los gentiles, junto con sus dirigentes, estaban urdiendo un plan para que los atacaran y apedrearan,
Y en aquella misma hora, el carcelero les lavó las heridas y se bautizó junto con los demás miembros de su familia.
Pero este le respondió: ―¡Ah, no! ¡Así que a pesar de que somos ciudadanos romanos nos azotan públicamente sin someternos a juicio, nos encarcelan y ahora quieren ponernos en libertad secretamente! ¡No, señor! ¡Qué vengan ellos mismos a sacarnos!
Entonces el comandante ordenó que metieran a Pablo en el cuartel y que le dieran latigazos. Quería saber por qué gritaban así contra él.
Aférrate a la fe en Cristo y conserva limpia tu conciencia. Hay quienes desobedecen la voz de su conciencia y han naufragado en la fe.
Algunos fueron apedreados, cortados con una sierra por la mitad, asesinados con espada. Otros anduvieron fugitivos de un lugar a otro, vestidos con pieles de oveja y de cabra, pasando necesidades, afligidos y maltratados.