En cuanto al sacerdote Abiatar, el rey le dijo: «Regresa a tu hogar en Anatot. También deberías morir, pero no lo haré ahora. Tú transportaste el cofre del Señor durante el reinado de mi padre, y sufriste con él todas las persecuciones».
1 Samuel 23:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Pero David se enteró del plan de Saúl y le dijo a Abiatar el sacerdote que trajera el efod para consultar al Señor. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas entendiendo David que Saúl ideaba el mal contra él, dijo a Abiatar sacerdote: Trae el efod. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero David se enteró de los planes de Saúl y le dijo a Abiatar el sacerdote que trajera el efod para consultar con el Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando David supo que Saúl tramaba algo en su contra, dijo al sacerdote Ebiatar: 'Trae el efod'. La Biblia Textual 3a Edicion Pero David se enteró de que Saúl tramaba el mal contra él, y dijo al sacerdote Abiatar: Trae el éfod. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Supo David que Saúl maquinaba el mal contra él y dijo al sacerdote Abiatar: 'Trae el efod '. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas entendiendo David que Saúl ideaba el mal contra él, dijo al sacerdote Abiatar: Trae el efod. |
En cuanto al sacerdote Abiatar, el rey le dijo: «Regresa a tu hogar en Anatot. También deberías morir, pero no lo haré ahora. Tú transportaste el cofre del Señor durante el reinado de mi padre, y sufriste con él todas las persecuciones».
Pregúntame y yo te revelaré algunos importantes secretos acerca de lo que habrá de ocurrir aquí.
Esta situación ilustra el hecho de que Israel estará por mucho tiempo sin rey ni príncipe, y sin altar ni templo ni sacerdotes. ¡Ni siquiera tendrá ídolos!
Él consultará a Eleazar el sacerdote para recibir mis órdenes. Yo, el Señor, hablaré con Eleazar por medio del urim, y Eleazar le entregará las instrucciones a Josué y al pueblo. De esta manera continuará guiando a Israel.
huyeron a Listra y a Derbe, ciudades de Licaonia, y a las regiones adyacentes,
pero el plan llegó a oídos de Saulo. Y como sus enemigos vigilaban día y noche las puertas de la ciudad para matarlo,
Le preguntaron al Señor: ―¿Dónde está? ¿Está entre nosotros? Y el Señor respondió: ―Está escondido entre el bagaje.
«Trae acá el cofre de Dios» —ordenó Saúl a Abías, porque el cofre estaba entre el pueblo de Israel en aquel tiempo.
Solamente Abiatar, uno de los hijos de Ajimélec, escapó y huyó a unirse a David.
―Oh Señor Dios de Israel —dijo David—, he sabido que Saúl tiene planes de venir y destruir Queilá porque yo estoy aquí.
Abiatar el sacerdote fue a Queilá con David, y llevó el efod consigo, a fin de consultar al Señor por David.
Saúl movilizó todo su ejército y lo puso en marcha hacia Queilá para sitiar a David y a sus hombres.