En cuanto al sacerdote Abiatar, el rey le dijo: «Regresa a tu hogar en Anatot. También deberías morir, pero no lo haré ahora. Tú transportaste el cofre del Señor durante el reinado de mi padre, y sufriste con él todas las persecuciones».
1 Samuel 23:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Abiatar el sacerdote fue a Queilá con David, y llevó el efod consigo, a fin de consultar al Señor por David. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y aconteció que cuando Abiatar hijo de Ahimelec huyó siguiendo a David a Keila, descendió con el efod en su mano. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Abiatar, hijo de Ahimelec, huyó a donde estaba David en Keila, se llevó consigo el efod. Biblia Católica (Latinoamericana) (Cuando Ebiatar hijo de Ajimelec había huido donde David a Queila, había bajado con el efod). La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando Abiatar ben Ahimelec huyó a Keila, donde estaba David, se bajó el éfod con él.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando Abiatar, hijo de Ajimélec, huyó al lado de David y bajó con él a Queilá, llevaba consigo el efod. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que cuando Abiatar, hijo de Ahimelec, huyó siguiendo a David, a Keila, descendió con el efod en su mano. |
En cuanto al sacerdote Abiatar, el rey le dijo: «Regresa a tu hogar en Anatot. También deberías morir, pero no lo haré ahora. Tú transportaste el cofre del Señor durante el reinado de mi padre, y sufriste con él todas las persecuciones».
«Trae acá el cofre de Dios» —ordenó Saúl a Abías, porque el cofre estaba entre el pueblo de Israel en aquel tiempo.
Entre sus hombres estaba Abías el sacerdote, hijo de Ajitob, hermano de Icabod; Ajitob era hijo de Finés y bisnieto de Elí, sacerdote del Señor en Siló, que portaba el efod. Nadie se dio cuenta de que Jonatán había salido.
Solamente Abiatar, uno de los hijos de Ajimélec, escapó y huyó a unirse a David.
David consultó al Señor: ―¿Iré y los atacaré? ―Sí, ve y salva Queilá —le dijo el Señor.
Fueron a Queilá y destrozaron a los filisteos, y les quitaron el ganado. El pueblo de Queilá fue salvado.
Saúl pronto supo que David estaba en Queilá. «Bien —exclamó—. Ahora lo tenemos. Dios lo ha entregado en mis manos, pues se ha atrapado a sí mismo en una ciudad amurallada».
Pero David se enteró del plan de Saúl y le dijo a Abiatar el sacerdote que trajera el efod para consultar al Señor.