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1 Samuel 2:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

»Los que eran poderosos han perdido sus fuerzas; los que eran débiles ahora son fuertes.

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Biblia Reina Valera 1960

Los arcos de los fuertes fueron quebrados, Y los débiles se ciñeron de poder.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

El arco de los poderosos está quebrado, y los que tropezaban ahora son fuertes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Se hace trizas el arco del forzudo, pero de fuerza se ciñen los débiles.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Los arcos de los fuertes son quebrados, Pero los que tambalean son fortalecidos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

El arco de los fuertes se ha quebrado, en tanto que los débiles se ciñen de fuerza.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Los arcos de los hombres fuertes están quebrados, y los débiles están ceñidos de poder.

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1 Samuel 2:4
16 Tagairtí Cros  

Porque tú me has armado con fuerte armadura para la batalla. Mis enemigos tiemblan ante mí y caen derrotados a mis pies.


Pero la espada se les hundirá en su propio corazón y todas sus armas serán destruidas.


La fuerza de los malos será quebrantada, pero el Señor toma en sus manos a los justos.


¡Silencio! ¡Sepan que yo soy Dios! ¡Todas las naciones del mundo me honrarán!


las guerras por todo el mundo; rompe y quema todas las armas!


Allí destroza él las flechas, los escudos, las espadas y todas las armas de los enemigos.


Yo no los ayudaré, tropezarán como prisioneros y yacerán entre los muertos. Y aún así no estará satisfecha mi ira, sino que aún tendré el puño listo para golpearlos.


Él da fuerzas al cansado y extenuado, y vigor al débil.


Aunque destruyeras a todo el ejército babilónico, aunque sólo quedara un puñado de sobrevivientes que yacieran heridos en sus tiendas, aún así saldrían tambaleantes de sus tiendas, te derrotarían y prenderían fuego a esta ciudad.


Los ejércitos destructores enemigos llegan y matan a sus valientes; todas sus armas se les rompen a los babilonios en las manos, porque el Señor es buen pagador y le da a Babilonia su merecido.


y las tres veces me ha respondido: «Debe bastarte mi amor. Mi poder se manifiesta más cuando la gente es débil». Por eso, de muy buena gana me siento orgulloso de mis debilidades; gracias a ellas, se muestra en mí el poder de Cristo.


¡Manténganse firmes! Que su ropa de batalla sea la verdad y su protección la justicia.


Todo lo puedo en Cristo que me da fortaleza.


¿Qué más tengo que decir? Me faltaría tiempo para hablar de la fe de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel, y de todos los profetas.


apagaron grandes fuegos y escaparon del filo de la espada, sacaron fuerzas de la debilidad y llegaron a ser tan poderosos en la guerra que hicieron huir a los ejércitos extranjeros.