Así que todos nosotros, con el rostro descubierto, reflejamos la gloria del Señor como si fuéramos espejos. Y el Espíritu del Señor nos va transformando de gloria en gloria, y cada vez nos parecemos más a él.
1 Juan 3:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El que permanece cerca de él no practica el pecado; pero el que vive entregado al pecado nunca lo ha visto ni conocido. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. Biblia Nueva Traducción Viviente Todo el que siga viviendo en él no pecará; pero todo el que sigue pecando no lo conoce ni entiende quién es él. Biblia Católica (Latinoamericana) Quien permanece en él no peca; quien peca no lo ha visto ni conocido. La Biblia Textual 3a Edicion Todo el que permanece en Él, no peca; todo el que continúa pecando, no lo ha visto ni lo ha conocido. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quien permanece en él, no peca. Quien peca, no lo ha visto ni lo ha conocido. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Todo aquel que permanece en Él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. |
Así que todos nosotros, con el rostro descubierto, reflejamos la gloria del Señor como si fuéramos espejos. Y el Espíritu del Señor nos va transformando de gloria en gloria, y cada vez nos parecemos más a él.
Porque Dios, que dijo: «Resplandezca la luz en las tinieblas», hizo brillar su luz en nuestros corazones y nos ha hecho comprender que es el resplandor de su gloria lo que brilla en el rostro de Cristo.
Y ahora, queridos hijos, permanezcan en comunión con el Señor, para que, cuando vuelva, puedan presentarse delante de él seguros y sin tener de qué avergonzarse.
¿Cómo podemos saber que conocemos a Dios? Si obedecemos sus mandamientos.
Si alguno dice: «Yo conozco a Dios», pero no obedece sus mandamientos, miente y no dice la verdad.
Sí, amados míos, ahora somos hijos de Dios, y no podemos ni siquiera imaginarnos lo que vamos a ser después. Pero de algo estamos ciertos: que cuando él venga seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como es.
El que ha nacido de Dios no practica el pecado, porque la vida de Dios está en él; no puede vivir entregado al pecado porque ha nacido de Dios.
Nadie que forme parte de la familia de Dios peca de manera habitual, porque Cristo, el Hijo de Dios, lo tiene bien agarrado y el diablo no puede echarle mano.
Amado, no imites los malos ejemplos. Imita sólo lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; el que hace el mal no ha visto a Dios.