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1 Juan 3:20 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Y aunque la conciencia nos acuse, Dios es más grande que nuestro corazón y él sabe todas las cosas.

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Biblia Reina Valera 1960

pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Aun si nos sentimos culpables, Dios es superior a nuestros sentimientos y él lo sabe todo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pues si nuestra conciencia nos reprocha, pensemos que Dios es más grande que nuestra conciencia, y que lo conoce todo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

pues si nuestro corazón nos condena, mayor que nuestro corazón es Dios,° y Él conoce todas las cosas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

aun cuando nuestra conciencia nos reprenda, porque Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todas las cosas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque si nuestro corazón nos reprende, mayor es Dios que nuestro corazón, y Él conoce todas las cosas.

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1 Juan 3:20
23 Tagairtí Cros  

No soy un pecador; lo repito una y otra vez. Mi conciencia estará limpia mientras viva.


»Pues bien, esta es mi respuesta: Precisamente has pecado al hablar así de Dios. Porque Dios es más grande que el hombre.


Frente a ti extiendes nuestros pecados, nuestros pecados secretos, y los ves todos.


Sólo el Señor lo conoce, porque el examina con cuidado todos los corazones y examina los más ocultos móviles de las personas para poder dar a cada cual su recompensa según sus hechos, según como haya vivido.


¿Podrá alguien ocultarse de mí? ¿No estoy yo acaso en todas partes, en el cielo y en la tierra?


Por tercera vez Jesús le preguntó: ―Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se puso triste de que Jesús le preguntara por tercera vez: «¿Me quieres?». Entonces le dijo: ―Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: ―Cuida de mis ovejas.


Al oír esto, los más viejos comenzaron a irse, y luego poco a poco los demás también se fueron. Sólo la mujer seguía allí y Jesús se quedó solo con ella.


Al oírlos, los miembros del concilio, rabiando de furia, querían matarlos.


¿Quién nos condenará? Cristo fue el que murió y volvió a la vida, el que está en el lugar de honor junto a Dios, intercediendo por nosotros.


Tengo limpia la conciencia, pero eso no quiere decir que sea justo. El Señor es el que tiene que juzgarme.


porque la gente así se condena a sí misma por pecar a sabiendas.


Nada de lo que él ha creado puede esconderse de aquel a quien tendremos que rendir cuentas de nuestros hechos.


En la promesa que Dios hizo a Abraham, Dios juró por sí mismo, ya que no había nombre mayor por el cual jurar. Y dijo:


Así sabremos a ciencia cierta que somos de la verdad y nos sentiremos seguros ante la presencia de Dios.


Pero, amados míos, si nuestro corazón no nos acusa, podemos estar confiados ante Dios,


Hijitos, ustedes son de Dios y han ganado ya la primera batalla contra los enemigos de Cristo, porque hay alguien en el corazón de ustedes que es más fuerte que cualquier falso maestro de este perverso mundo.


Y a los hijos de esa mujer los heriré de muerte. Así sabrán todas las iglesias que yo escudriño la mente y el corazón y que a cada uno le doy su merecido.