HIJO mío, ¡oh si tú recibieras mis palabras, y atesoraras mis mandamientos dentro de ti;
Proverbios 5:1 - Biblia Version Moderna (1929) ¡HIJO mío, da atención a mi sabiduría, inclina tu oído a mi inteligencia! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Hijo mío, está atento a mi sabiduría, Y a mi inteligencia inclina tu oído, Biblia Nueva Traducción Viviente Hijo mío, presta atención a mi sabiduría; escucha cuidadosamente mi sabio consejo. Biblia Católica (Latinoamericana) Hijo mío, pon atención a mi sabiduría, oye bien mis palabras de advertencia. La Biblia Textual 3a Edicion Hijo mío, atiende a mi sabiduría, E inclina tu oído a mi inteligencia, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hijo mío, atiende a mi sabiduría, presta tu oído a mi inteligencia, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Hijo mío, está atento a mi sabiduría, y a mi inteligencia inclina tu oído; |
HIJO mío, ¡oh si tú recibieras mis palabras, y atesoraras mis mandamientos dentro de ti;
¡Mijo mío, inclina tu oído y escucha las palabras de los sabios, y aplica tu corazón a mis enseñanzas!
¡OÍD, hijos, la instrucción de un padre, y prestad atención para conocer la inteligencia!
¡Hijo mío, fija tu atención en mis palabras; inclina tu oído a mis dichos!
¡Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre, y no abandones la ley de tu madre!
cuando ví entre los simples, advertí entre los mancebos, a un joven falto de entendimiento.
y ni siquiera penséis decir dentro de vosotros: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que puede Dios levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.
¶Vosotros lo sabéis, mis amados hermanos. Mas sea cada hombre pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
Quien tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere no será dañado de la muerte segunda
Quien tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del maná escondido; y le daré una piedrecita blanca. y esculpido en la piedrecita un nombre nuevo, que ninguno sabe sino aquel que lo recibe.
Quien tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, que está en medio del Paraíso de Dios.