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Jueces 10:16 - Biblia Version Moderna (1929)

Y apartaron los dioses extraños de en medio de sí, y sirvieron a Jehová: y su alma fué afligida a causa de la desdicha de Israel.

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Biblia Reina Valera 1960

Y quitaron de entre sí los dioses ajenos, y sirvieron a Jehová; y él fue angustiado a causa de la aflicción de Israel.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces los israelitas dejaron los dioses ajenos para servir al Señor, y él se entristeció a causa del sufrimiento que experimentaban.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Hicieron desaparecer de sus casas los dioses extranjeros y sirvieron a Yavé. Entonces Yavé no aguantó más el sufrimiento de Israel.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y apartaron los dioses extraños de en medio de sí y sirvieron a YHVH, cuyo sentir se impacientó por la desdicha de Israel.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Retiraron entonces a los dioses extraños de en medio de ellos y sirvieron a Yahveh, quien no pudo ya soportar las penalidades de Israel.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y quitaron de entre sí los dioses ajenos, y sirvieron a Jehová: Y su alma fue angustiada a causa de la aflicción de Israel.

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Jueces 10:16
27 Tagairtí Cros  

Y pesóle a Jehová el haber hecho al hombre en la tierra, y afligióse en su corazón.


Pero les tuvo misericordia Jehová, y compadecióse de ellos, y volvió hacia ellos su rostro, a causa de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob; y no quiso destruirlos, ni desecharlos de su presencia, hasta entonces.


¶Y cuando Asa oyó estas palabras y la profecía de Oded profeta, animóse, y quitó las abominaciones de todo el país de Judá y Benjamín, y de las ciudades que había tomado en la serranía de Efraim. Renovó también el altar de Jehová, que estaba delante del Pórtico de Jehová.


Quitó también de la Casa de Jehová los dioses extraños, y la semejanza detestable; y asimismo todos los altares que había edificado en el monte de la Casa de Jehová, y en Jerusalem; y los arrojó fuera de la ciudad.


si entonces se humillare mi pueblo, que es llamado de mi nombre, y oraren y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos, yo también oiré desde el cielo, y perdonaré su pecado, y sanaré su tierra.


Mas era que se me había agriado el corazón, y en mi interior yo mismo me laceraba.


En todas sus aflicciones él fué afligido, y el Ángel de su presencia los salvaba; en su amor y en su compasión los redimió, y los alzaba en brazos, y los llevaba todos los días de la antigüedad.


¿No es Efraim para mí un hijo querido? ¿no es un niño en quien yo me deleito? pues aun cuando hablo contra él, me acuerdo de él con ternura todavía; por tanto mis entrañas se conmueven por él; ciertamente tendré compasión de él, dice Jehová.


¿Cómo te he de abandonar, oh Efraim? ¿podré yo entregarte, oh Israel? ¿cómo te he de hacer como Adma? ¿cómo te pondré como Zeboim? ¡se ha revuelto mi corazón dentro de mí, mis compasiones todas juntas están encendidas!


Efraim dirá: ¿Qué tengo yo ya que ver con los ídolos? Yo le he respondido, y le observaré; le seré como abeto verde procedente de mí es hallado tu fruto.


¿Quién es un Dios semejante a ti, que perdona la iniquidad, y pasa por alto la transgresión del resto de su herencia? no retiene para siempre su ira, porque se deleita en la misericordia.


Y levantóse, y fué a su padre. Y estando todavía lejos, le vió su padre; y conmoviéronsele las entrañas; y corrió, y le echó los brazos al cuello, y le besó fervorosamente.


Y cuando llegó cerca y vió la ciudad, lloró sobre ella,


y dijo: ¿Dónde le habéis puesto? Dijéronle: Señor, ven y verás.


y sed benignos los unos para con los otros,  compasivos, perdonándoos los unos a los otros, así como Dios también en Cristo os ha perdonado a vosotros.


Porque Jehová juzgará a su pueblo; y de sus siervos se dolerá, cuando viere que se les ha ido el auxilio, sin quedarles cosa preciosa ni vil.


Por lo cual estuve disgustado con aquella generación, y dije: Siempre yerran en su corazón, y no han conocido mis caminos.


Porque no tenemos un sumo sacerdote que sea incapaz de compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo punto, así como nosotros, mas sin pecado.


Ahora por tanto, dijo Josué, desechad los dioses extraños que están en medio de vosotros, e inclinad vuestro corazón a Jehová, el Dios de Israel.


Pues cuando Jehová les levantaba jueces, era Jehová con el juez, y los salvaba de mano de sus enemigos, todos los días de aquel juez; porque Jehová se compadecía de sus gemidos a causa de los que los oprimían y hostigaban.


Entonces clamaron a Jehová, diciendo: ¡Hemos pecado, porque hemos dejado a Jehová, y hemos servido a los Baales y a las Astartes! Ahora pues, líbranos de nuestros enemigos y te serviremos a ti.


Habló entonces Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si de todo vuestro corazón vais a volver a Jehová, quitad los dioses extraños de en medio de vosotros, con las Astartes, y fijad vuestro corazón en Jehová, y servidle a él sólo; así él os librará de mano de los Filisteos.


Los hijos de Israel pues desecharon a los Baales, y a las Astartes, y sirvieron a solo Jehová.