Y dijo Abraham a su siervo, el anciano de su casa, el cual gobernaba todo lo que tenía: Ruégote pongas tu mano debajo de mi muslo,
Génesis 44:1 - Biblia Version Moderna (1929) EN seguida, mandó José al mayordomo de su casa, diciendo: Llena de provisiones los costales de estos hombres, cuanto puedan llevar; y pon el dinero de cada uno en la boca de su costal. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mandó José al mayordomo de su casa, diciendo: Llena de alimento los costales de estos varones, cuanto puedan llevar, y pon el dinero de cada uno en la boca de su costal. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando los hermanos estuvieron listos para marcharse, José dio las siguientes instrucciones al administrador del palacio: «Llena sus costales con todo el grano que puedan llevar y pon el dinero de cada uno nuevamente en su costal. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces José ordenó a su mayordomo: 'Llena de alimentos las bolsas de estos hombres, todo lo que puedan llevar, y coloca el dinero de cada uno en la boca de su bolsa. La Biblia Textual 3a Edicion Luego él ordenó al que estaba a cargo de su casa, diciendo: Llena de comida los costales de estos hombres, tanto como puedan llevar, y coloca la plata de cada uno en la boca de su costal. Biblia Serafín de Ausejo 1975 José dio esta orden al mayordomo de su casa: 'Llena de víveres los sacos de estos hombres, tantos como puedan llevar, y pon el dinero de cada uno en la boca de su saco. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y mandó José al mayordomo de su casa, diciendo: Llena de alimento los costales de estos varones, cuanto pudieren llevar, y pon el dinero de cada uno en la boca de su costal: |
Y dijo Abraham a su siervo, el anciano de su casa, el cual gobernaba todo lo que tenía: Ruégote pongas tu mano debajo de mi muslo,
Entonces mandó José que llenasen sus costales de trigo y devolviesen el dinero de cada uno, poniéndolo en su saco, y que les diesen provisiones para el camino: y fué hecho con ellos así.
Y sucedió que al vaciar sus sacos, ¡he aquí que en el saco de cada uno estaba el atado de su dinero! y cuando ellos y su padre vieron los atados de su dinero, tuvieron temor.
Y cuando vió José a Benjamín con ellos, dijo al mayordomo de su casa: Lleva esos hombres a casa, y degüella animales, y adereza; porque estos hombres comerán conmigo al mediodía.
Acercáronse pues al mayordomo de la casa de José, y hablaron con él en la puerta de la casa,
Sucedió pues que cuando acabaron de comer el grano que habían traído de Egipto, su padre les dijo: Volved, compradnos un poco de alimento.
Y pon mi copa, la copa de plata, en la boca del costal del menor, juntamente con el dinero de su grano. Y él hizo conforme a la palabra que José había hablado.
PORQUE he aquí que el Señor, Jehová de los Ejércitos va a quitar a Jerusalem y a Judá toda suerte de sostén, todo sustento de pan y todo sustento de agua;