y convirtió sus ríos en sangre, sus corrientes también, para que no bebiesen.
Apocalipsis 16:4 - Biblia Version Moderna (1929) ¶Y el tercero derramó su tazón en los ríos y las fuentes de agua, y también se convirtieron en sangre. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el tercer ángel derramó su copa sobre los ríos y los manantiales, y estos se convirtieron en sangre. Biblia Católica (Latinoamericana) El tercer ángel vació su copa sobre los ríos y sobre los manantiales de agua, que se convirtieron en sangre. La Biblia Textual 3a Edicion El tercero derramó su copa en los ríos y las fuentes de aguas, y se convirtió° en sangre.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 El tercero derramó su copa sobre los ríos y sobre las fuentes de las aguas; y se convirtieron en sangre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el tercer ángel derramó su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de las aguas, y se tornaron en sangre. |
y convirtió sus ríos en sangre, sus corrientes también, para que no bebiesen.
¶Y dijo Jehová a Moisés: Di a Aarón: Extiende tu mano, con tu vara, sobre las corrientes, sobre los ríos y sobre las lagunas para hacer subir ranas sobre la tierra de Egipto.
¿Por qué, cuando vine, no hubo quien me recibiera? ¿cuando llamé, no hubo quien me respondiera? ¿Se ha acortado acaso mi mano, de modo que no pueda redimir? ¿o no tengo yo poder para librar? He aquí que a mi reprensión seco la mar, y convierto los ríos en yermo; hieden sus peces por falta de agua, y mueren de sed.
Y llenaré sus montañas de sus muertos: en cuanto a tus collados, y tus valles, y tus cañadas, los pasados a cuchillo caerán en ellos.
Aunque él sea el más fecundo entre sus hermanos, vendrá un viento solano, soplo de Jehová, procedente del desierto; y se secará su manantial, y su fuente se agotará: el enemigo despojará el tesoro de todas sus alhajas deleitosas.
Éstos tienen la potestad de cerrar el cielo, para que no llueva durante los días que ellos profeticen; y tienen potestad sobre las aguas, para tornarlas en sangre, y para herir la tierra con toda suerte de plaga, todas las veces que ellos quieran.
y dice a gran voz: ¡Temed a Dios y dadle gloria; porque ha llegado la hora de su juicio; y adorad al que hizo el cielo y la tierra, y el mar y las fuentes de agua!
Y oí al ángel de las aguas decir: ¡Justo eres, oh santo Dios, que eres y has sido, por cuanto has juzgado así;