Pero los impíos de corazón atesoran para sí la ira; No claman por auxilio, ni aun cuando él los ata:
1 Pedro 2:1 - Biblia Version Moderna (1929) POR lo cual, poniendo aparte toda malicia, y todo engaño, e hipocresías, y envidias, y toda suerte de maledicencias, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, Biblia Nueva Traducción Viviente Por lo tanto, desháganse de toda mala conducta. Acaben con todo engaño, hipocresía, celos y toda clase de comentarios hirientes. Biblia Católica (Latinoamericana) Rechacen, pues, toda maldad y engaño, la hipocresía, la envidia y toda clase de chismes. La Biblia Textual 3a Edicion Desechando pues toda malicia, y todo engaño, fingimientos y envidias, y todas las maledicencias, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Despojaos, pues, de toda maldad y de toda falsedad, de hipocresías, de envidias y de toda clase de maledicencias. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Desechando, pues, toda malicia, y todo engaño, e hipocresía, y envidia, y toda maledicencia, |
Pero los impíos de corazón atesoran para sí la ira; No claman por auxilio, ni aun cuando él los ata:
¡Bienaventurado el hombre a quien Jehová no atribuye la iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño!
NO te enojes a causa de los malhechores, ni tengas envidia a los obradores de iniquidad:
Porque tuve envidia de los soberbios, al ver la prosperidad de los inicuos.
El corazón sosegado es vida para la carne; pero la envidia es carcoma de los huesos.
No te enojes a causa de los malhechores, ni tengas envidia de los inicuos;
No tengas envidia al hombre violento, y no escojas ninguno de sus caminos;
En aquel día el género humano arrojará sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que se han hecho para adorarlos- los arrojarán a los topos y a los murciélagos;
Entonces profanaréis las láminas que cubren tus esculturas de plata, y la chapa dorada de tus imágenes fundidas; las desecharás, como cosa asquerosa; ¡Afuera! les dirás.
Así también vosotros a la verdad por fuera os mostráis justos a los hombres; mas por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.
y le azotará con la mayor severidad, y le señalará su parte con los hipócritas: allí será el lloro y el crujir de dientes.
¡Hipócrita! echa fuera primero la viga de tu ojo, y entonces verás claramente para echar fuera la paja del ojo de tu hermano.
¿daremos, o no daremos? Mas él, conociendo la hipocresía de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? traedme un denario, para que lo vea.
¡Ay de vosotros! porque sois como sepulturas que no se ven; y los hombres que andan por encima de ellas no lo saben.
ENTRETANTO, habiéndose juntado a millares y millares las gentes, de manera que unos a otros se atropellaban, comenzó Jesús a decir a sus discípulos primeramente: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía;
O ¿cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, deja; echaré fuera la paja de tu ojo; cuando tú mismo no ves la viga que está en tu ojo? ¡Hipócrita! echa fuera primero de tu ojo la viga, y entonces verás claramente para echar fuera la paja que está en el ojo de tu hermano.
Jesús vió a Natanael que venía hacia él, y dijo de él: He aquí verdaderamente un israelita, en quien no hay engaño.
atestados de toda injusticia, maldad, codicia, malicia; llenos de envidia, homicidio, riña, engaño, malignidad; murmuradores,
¶Hermanos, no seáis niños en inteligencia: en la malicia, sin embargo, sed niños, mas en la inteligencia sed hombres.
Así pues guardemos la fiesta nuestra; no con la vieja levadura, ni con levadura de malicia y de maldad, sino con panes ázimos de sinceridad y de verdad.
Pues témome, no suceda en manera alguna, que al llegar yo, os halle cuales yo no quisiera, y yo mismo sea hallado de vosotros cual no quisierais vosotros; no suceda en manera alguna, que haya contienda, celos, iras, facciones, detracciones, chismes, hinchazones, desórdenes:
Toda amargura, y enojo, e ira, y clamor, y maledicencia quítense de en medio de vosotros, y también toda malicia;
Porque nuestra exhortación no es motivada por error, ni por inmundicia, ni es con dolo;
¶De igual manera las mujeres sean serias, no calumniadoras, sobrias, fieles en todo.
que las ancianas también sean reverentes en su comportamiento, no calumniadoras, no esclavizadas al uso de mucho vino, maestras de cosas buenas;
POR lo cual nosotros también, teniendo en derredor nuestro una tan grande nube de testigos, descargándonos de todo peso, y del pecado que estrechamente nos cerca, corramos con paciencia la carrera que ha sido puesta delante de nosotros;
Por lo cual, poniendo aparte toda inmundicia, y todo exceso vicioso, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual es poderosa para salvar vuestras almas.
Pero si tenéis en vuestros corazones amargos celos y espíritu faccioso, no os gloriéis, mintiendo contra la verdad.
¶Hermanos, no habléis mal los unos contra los otros. El que habla contra su hermano, o juzga a su hermano, habla contra la ley, y juzga a la ley. Pero si tú juzgas a la ley, no eres ya guardador de la ley, sino juez.
¿Pensáis acaso que la Escritura dice en vano, que el Espíritu que Dios hizo habitar en nosotros, suspira por nosotros con celos envidiosos?
¶No murmuréis, hermanos, los unos contra los otros, para que no seáis condenados: he aquí que el juez está a las puertas.
como libres, mas no teniendo vuestra libertad por capa de malicia, sino antes, como siervos de Dios.
Pues el que quisiere amar la vida, y ver días buenos, detenga su lengua del mal, y sus labios, para que no hablen engaño;
a fin de que ya no viváis más tiempo en la carne para las concupiscencias de los hombres, sino según la voluntad de Dios.
cosas en que extrañan que vosotros no corráis con ellos al mismo exceso de disolución, ultrajándoos por eso,