Pero David se apoderó de la fortaleza de Sión, llamada luego la ciudad de David.
Sofonías 1:10 - Biblia Martin Nieto Aquel día -dice el Señor- se darán gritos en la puerta del Pescado, lamentos desde la ciudad nueva y una gran sacudida desde las colinas. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y habrá en aquel día, dice Jehová, voz de clamor desde la puerta del Pescado, y aullido desde la segunda puerta, y gran quebrantamiento desde los collados. Biblia Nueva Traducción Viviente »En ese día —dice el Señor— vendrá un grito de alarma desde la puerta del Pescado y el eco resonará por todo el Barrio Nuevo de la ciudad. Un gran estrépito se oirá desde las colinas. Biblia Católica (Latinoamericana) Ese día, lo asegura Yavé, un tremendo clamor saldrá de la Puerta del Pescado; aullidos de la ciudad nueva, y un ruido espantoso de los cerros vecinos. La Biblia Textual 3a Edicion Aquel día, dice YHVH, se escuchará un clamor desde la Puerta del Pescado, un gemir desde el Barrio Nuevo, y un gran lamento desde las colinas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Aquel día -oráculo de Yahveh- se oirá gran clamor desde la puerta de los Peces, lamentos desde la ciudad nueva, enorme estruendo desde las colinas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y habrá en aquel día, dice Jehová, voz de clamor desde la puerta del Pescado, y aullido desde la segunda, y grande quebrantamiento desde los collados. |
Pero David se apoderó de la fortaleza de Sión, llamada luego la ciudad de David.
David se estableció en la fortaleza y la llamó 'Ciudad de David'. Y reconstruyó la ciudad todo alrededor desde el terraplén hacia la periferia.
El sacerdote Jelcías, Ajicán, Acbor, Safán y Asaías fueron a ver a la profetisa Juldá, esposa de Salún, hijo de Ticua y nieto de Jarjás, el guardarropa del templo. Juldá vivía en el barrio nuevo de Jerusalén. Le expusieron el caso,
Salomón comenzó la construcción del templo del Señor en Jerusalén, sobre el monte Moria, allí donde su padre había tenido la visión. Era el lugar preparado por David en la era de Ornán, el jebuseo.
El Señor libró a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén del poder de Senaquerib, rey de Asiria, y de todos sus enemigos, dándoles paz en todas sus fronteras.
Después de esto restauró la muralla exterior de la ciudad de David, al occidente de Guijón, en el valle, hasta la puerta de los Peces, la cual rodeaba al Ofel y era muy alta. Puso jefes militares en todas las ciudades fortificadas de Judá.
Jelcías y las gentes del rey fueron a ver a la profetisa Julda, esposa de Salún, hijo de Ticuá y nieto de Jasrá, guardarropa del templo. Julda vivía en el barrio nuevo de Jerusalén. Le expusieron el caso,
luego por encima de la puerta de Efraín, la puerta de los Peces, la torre de Jananel hasta la puerta de las Ovejas; se hizo alto en la puerta de la Vigilancia.
De la puerta de los Peces se encargaron los hijos de Hasnaá; la armaron y colocaron sus hojas, cerraduras y barras.
Gruñimos todos como osos, gemimos como palomas, esperamos el derecho, pero ¡nada!; la justicia, y sigue lejos de nosotros.
El año undécimo de Sedecías, el día nueve del cuarto mes, fue abierta una brecha en la ciudad.
Sí, oigo gritos como de mujer en parto, angustias como de primeriza. Son los gritos de la hija de Sión, que gime y alarga las manos. '¡Ay de mí, que voy a sucumbir bajo los golpes de los asesinos!'.
Y sabréis que yo soy el Señor, cuando sus cadáveres, atravesados, estén allí en medio de sus ídolos, alrededor de sus altares, en toda colina elevada, en la cima de todos los montes, bajo todo árbol verde y bajo toda encina frondosa, dondequiera que hayan quemado los perfumes agradables a todos sus ídolos.
En aquel día los cánticos del templo se convertirán en aullidos, -dice el Señor, Dios-. Serán muchos los cadáveres; silenciosamente se los arrojará en cualquier lugar.
Día de ira será el día aquel, día de tribulación y de angustia, día de calamidad y de miseria, día de tinieblas y de oscuridad, día de nubes y espesos nubarrones,
Silencio ante el Señor Dios, porque su día está cercano; porque el Señor ha preparado un sacrificio, ha consagrado a sus invitados.