Elías se presentó al pueblo y dijo: '¿Hasta cuándo andaréis cojeando de las dos piernas? Si el Señor es Dios, seguidle; y si lo es Baal, seguidle a él'. Pero el pueblo no respondió palabra.
Salmos 82:2 - Biblia Martin Nieto '¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, os pondréis de parte de los criminales? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, Y aceptaréis las personas de los impíos? Selah Biblia Nueva Traducción Viviente «¿Hasta cuándo dictarán decisiones injustas que favorecen a los malvados? Interludio Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Hasta cuándo juzgarán inicuamente
y tendrán miramientos con los malos? La Biblia Textual 3a Edicion ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, Y levantaréis el rostro de los malvados? Selah Biblia Serafín de Ausejo 1975 '¿Hasta cuándo gobernaréis inicuamente, otorgando preferencia a los impíos? Selah Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, Y aceptaréis las personas de los impíos? (Selah) |
Elías se presentó al pueblo y dijo: '¿Hasta cuándo andaréis cojeando de las dos piernas? Si el Señor es Dios, seguidle; y si lo es Baal, seguidle a él'. Pero el pueblo no respondió palabra.
Temed al Señor, sed justos, porque el Señor no tolera la injusticia, la parcialidad y el soborno'.
Que no hace acepción de prepotentes ni considera al rico más que al pobre, porque son todos obra de sus manos.
Moisés y Aarón se presentaron al Faraón, y le dijeron: 'Esto dice el Señor, Dios de los hebreos: ¿Hasta cuándo te negarás a humillarte delante de mí? Deja salir a mi pueblo para que me sirva.
No es bueno tener consideración con el culpable para perjudicar al inocente en el juicio.
Esto dice el Señor Dios: ¡Ya tenéis bastante, príncipes de Israel! Desistid de la violencia y la rapiña, practicad el derecho y la justicia, quitad las confiscaciones de mi pueblo, dice el Señor Dios.
No haréis injusticias en los juicios; ni beneficiarás al débil ni favorecerás al poderoso: juzgarás con justicia a tu prójimo.
Jesús respondió: '¡Gente incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo tendré que soportaros? Traédmelo'.
Los dirigentes no me añadieron nada -lo que ellos fueron antes, no me interesa, pues Dios no juzga por las apariencias-,
No tengáis en cuenta en vuestros juicios la apariencia de la persona; oíd a los pequeños lo mismo que a los grandes sin temor a nadie, pues el juicio pertenece a Dios. Y si os encontráis con alguna causa difícil, traedla a mí para que yo la resuelva.