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Salmos 81:11 - Biblia Martin Nieto

Yo, el Señor, soy tu Dios, que te saqué de Egipto; abre bien tu boca y yo la llenaré.

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Biblia Reina Valera 1960

Pero mi pueblo no oyó mi voz, E Israel no me quiso a mí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»Pero no, mi pueblo no quiso escuchar; Israel no quiso que estuviera cerca.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero mi pueblo no me quiso oír, e Israel no me obedeció.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero mi pueblo no escuchó mi voz, Y nada quiso conmigo Israel.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Yo soy Yahveh tu Dios, el que te condujo desde Egipto: abre tu boca y pide, y yo la llenaré.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas mi pueblo no oyó mi voz, e Israel no me quiso a mí.

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Salmos 81:11
16 Tagairtí Cros  

Él le dijo: 'Anda, que tus vecinos te presten vasijas vacías.


Moisés y Aarón dijeron a los israelitas: 'Por la tarde conoceréis que ha sido el Señor quien os ha sacado de Egipto, y


'Yo soy el Señor, tu Dios, el que te sacó de Egipto, de la casa de la esclavitud.


El pueblo, viendo que Moisés tardaba en bajar de la montaña, se reunió en torno a Aarón y le dijo: 'Anda, haznos un Dios que vaya delante de nosotros, porque ese Moisés, el hombre que nos ha sacado de Egipto, no sabemos qué ha sido de él'.


Di a los israelitas: Yo soy el Señor; yo os libertaré de la opresión de los egipcios; os libraré de su esclavitud y os rescataré con gran poder y haciendo justicia.


no han querido mis consejos, han despreciado todas mis exhortaciones,


Sin embargo, vienen días -dice el Señor- en que ya no se dirá: '¡Vive el Señor, que sacó a los israelitas de Egipto!',


Pero ellos no quisieron atender, volvieron la espalda y se hicieron los sordos.


Al volver, la encuentra barrida y arreglada.


Engordó Jesurún y tiró coces -estabas gordo y corpulento-; / volvió las espaldas a Dios, / su creador, / y despreció la roca de su salvación.


Te olvidaste de la roca / que te engendró, / ya no te acuerdas del Dios que te dio a luz.


Yo soy el Señor, tu Dios, que te ha sacado de Egipto, de la casa de la esclavitud.


¿de cuánto mayor castigo pensáis vosotros que será digno quien haya pisoteado al Hijo de Dios y haya tratado como cosa profana la sangre de la alianza por la cual fue santificado, y haya ultrajado el Espíritu de la gracia?