Yo reprendí a los jefes de Judá, diciéndoles: '¡Qué acción tan detestable cometéis profanando el día del sábado!
Proverbios 24:25 - Biblia Martin Nieto pero los que hacen justicia son aplaudidos y la gente los llena de bendiciones. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas los que lo reprendieren tendrán felicidad, Y sobre ellos vendrá gran bendición. Biblia Nueva Traducción Viviente En cambio, les irá bien a los que condenan al culpable; recibirán bendiciones en abundancia. Biblia Católica (Latinoamericana) Los que saben sancionar se encontrarán a gusto, serán colmados de bendiciones. La Biblia Textual 3a Edicion Pero para quienes deciden con justicia habrá complacencia, Y una gran bendición vendrá sobre ellos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 A los que lo castigan les va todo bien, sobre ellos desciende amplia bendición. Biblia Reina Valera Gómez (2023) mas los que lo reprenden, serán apreciados, y sobre ellos vendrá gran bendición. |
Yo reprendí a los jefes de Judá, diciéndoles: '¡Qué acción tan detestable cometéis profanando el día del sábado!
Yo los reprendí, los maldije, hice azotar a algunos de ellos, les arranqué los cabellos y les hice jurar en el nombre de Dios: 'No caséis a vuestras hijas con extranjeros, y vosotros y vuestros hijos no os caséis con extranjeras.
Hasta a uno de los hijos de Yoyadá, hijo del sumo sacerdote Eliasib, yerno de Sambalat, el joronita, lo alejé de mi lado.
El que reprende a uno al fin encontrará más favor que el que le trata con lengua aduladora.
No guardarás odio a tu hermano, antes bien lo corregirás para no hacerte cómplice de su pecado.
Reprende públicamente a los que no cumplen con su obligación, para que sirva de escarmiento a los demás.
predica la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, corrige, exhorta con toda paciencia y con preparación doctrinal.
¡Y qué verdad es! Por eso, repréndelos con energía, para que se mantengan sanos en la fe
Esto es lo que tienes que enseñar, predicar y defender con toda autoridad. Que nadie te haga de menos.
Dile que yo condeno a su casa para siempre, porque él sabía que sus hijos maldecían a Dios y no los corrigió.