Tal vez el Señor vea mi aflicción y me devuelva bien en lugar de esta maldición de hoy'.
Proverbios 20:22 - Biblia Martin Nieto No digas: 'Devolveré el mal'; confía en el Señor, y él te salvará. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No digas: Yo me vengaré; Espera a Jehová, y él te salvará. Biblia Nueva Traducción Viviente No digas: «Me voy a vengar de este mal»; espera a que el Señor se ocupe del asunto. Biblia Católica (Latinoamericana) No digas: '¡Me vengaré!', confía en Yavé para resarcirte. La Biblia Textual 3a Edicion No digas: yo me vengaré, Espera a YHVH, y Él te salvará. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No digas: 'Pagaré mal con mal'; confía en Yahveh, y él te ayudará. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No digas: Yo me vengaré; espera en Jehová, y Él te salvará. |
Tal vez el Señor vea mi aflicción y me devuelva bien en lugar de esta maldición de hoy'.
Confía en el Señor y sigue su camino; él te ensalzará y te hará heredar la tierra, y tú verás la ruina de los malvados.
el Señor los ayuda y los libra, los libra de los malvados y los salva porque en él han buscado su refugio.
La cordura del hombre le hace ser paciente, su gloria es disimular las ofensas.
No digas: 'Como él me ha hecho, así le haré yo a él; voy a dar a ese hombre lo que se merece'.
pero los que esperan al Señor renuevan sus fuerzas, remontan el vuelo como águilas, corren sin fatigarse y caminan sin cansarse.
No serás vengativo ni guardarás rencor hacia tus conciudadanos. Amarás a tu prójimo como a ti mismo: yo, el Señor.
Pero yo os digo que no hagáis frente al que os ataca. Al contrario, al que te abofetee en la mejilla derecha, preséntale también la otra;
para el día de la venganza y el desquite, / para el tiempo en que sus pies tropezarán. / Está cerca el día de su ruina, / se precipita su destino.
Procurad que nadie vuelva a otro mal por mal; tened siempre por meta el bien, tanto entre vosotros como para los demás.
él, que, siendo ultrajado no respondía con ultrajes siendo maltratado no amenazaba sino que se ponía en manos del que juzga con justicia;
no devolváis mal por mal ni injuria, por injuria sino todo lo contrario bendecid siempre pues para esto habéis sido llamados para ser herederos de la bendición.
Así pues, incluso los que sufren en conformidad con la voluntad de Dios, que continúen haciendo el bien y que se pongan en manos del creador, que es fiel.
David ordenó a sus hombres: '¡Que cada uno se ciña su espada!'. Cada uno se ciñó su espada, y David se ciñó también la suya; y subieron en pos de David unos cuatrocientos hombres; doscientos se quedaron junto a los bagajes.