El hombre de bien deja su herencia a los hijos de sus hijos, las riquezas del injusto están reservadas para el justo.
Proverbios 20:21 - Biblia Martin Nieto Riqueza que se adquiere muy deprisa al final será un fracaso. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Los bienes que se adquieren de prisa al principio, No serán al final bendecidos. Biblia Nueva Traducción Viviente Una herencia que se obtiene demasiado temprano en la vida al final no es de bendición. Biblia Católica (Latinoamericana) Fortuna adquirida en pocos días no prosperará después. La Biblia Textual 3a Edicion Herencia adquirida con rapacidad al comienzo, No será bendita en su fin. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La fortuna amasada con presteza no será al final bendecida. Biblia Reina Valera Gómez (2023) La herencia adquirida de prisa al principio, su postrimería no será bendecida. |
El hombre de bien deja su herencia a los hijos de sus hijos, las riquezas del injusto están reservadas para el justo.
El que maldice a su padre y a su madre verá apagarse su lámpara entre tinieblas.
Adquirir tesoros gracias a una lengua mentirosa es vanidad efímera de quien busca la muerte.
El hombre fiel tendrá abundantes bendiciones, el que se apresura a enriquecerse no estará sin culpa.
El hombre avaro corre detrás de las riquezas y no se da cuenta de que la miseria va a caer sobre él.
El que con usura e intereses aumenta sus bienes los acumula para el que tiene piedad de los pobres.
Pero todos éstos se burlarán de él diciéndole con mordaz ironía: ¡Ay de quien multiplica lo que no es suyo -¿hasta cuándo?-, y se carga de un montón de prendas!
Yo lanzo la maldición, palabra del Señor todopoderoso, para que vaya a casa del ladrón y a casa del que jura en falso, permanezca en medio de su casa y consuma sus maderas y sus piedras'.
Si no escucháis ni os preocupáis de glorificar mi nombre -dice el Señor todopoderoso-, yo mandaré contra vosotros la maldición; maldeciré vuestras bendiciones; incluso las he maldecido ya, porque no hay entre vosotros quien tome esto en consideración.
Pues los que quieren enriquecerse caen en la tentación y en la trampa de deseos insensatos y funestos que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición.