Después de ellas brotaron otras siete espigas marchitas, raquíticas y quemadas por el viento del este.
Oseas 9:16 - Biblia Martin Nieto Efraín ha sido herido; su raíz está seca, ya no dará más fruto. Aunque den a luz, yo haré morir el fruto amado de su seno. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Efraín fue herido, su raíz está seca, no dará más fruto; aunque engendren, yo mataré lo deseable de su vientre. Biblia Nueva Traducción Viviente El pueblo de Israel ha sido derribado. Sus raíces se han secado y no darán más fruto. Y si dan a luz, yo mataré a sus amados hijos». Biblia Católica (Latinoamericana) Efraím se está muriendo, sus raíces se están secando y ya no habrá más frutos. Y aunque tengan hijos, yo haré morir el apreciado fruto de su seno. La Biblia Textual 3a Edicion Herido está Efraín, su raíz está seca y no da fruto, Aunque den a luz, haré morir el amor de sus entrañas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Efraín está herido, su raíz se seca, no dará más fruto. Aunque den a luz, yo mataré los tesoros de su vientre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Efraín fue herido, se secó su raíz, no dará más fruto; aunque engendren, yo mataré el amado fruto de su vientre. |
Después de ellas brotaron otras siete espigas marchitas, raquíticas y quemadas por el viento del este.
Por debajo se secarán sus raíces, por arriba se marchitará su ramaje.
Apenas plantados, apenas sembrados, apenas arraigado en la tierra su brote, sopla sobre ellos y se secan, y un torbellino se los lleva como paja.
Como la lengua de la llama devora el rastrojo y como el heno es consumido por el fuego, así su raíz se pudrirá y su flor será aventada como polvo, por rechazar la ley del Señor todopoderoso y despreciar la palabra del Santo de Israel.
Di a la casa de Israel: Esto dice el Señor Dios: Mirad, voy a profanar mi santuario, orgullo de vuestra fuerza, delicia de vuestros ojos, amor de vuestras almas. Vuestros hijos y vuestras hijas, que habéis dejado, caerán a espada.
Efraín está oprimido, el derecho violado, porque se complace en correr tras la nada.
Siembran viento, recogerán tempestad; su grano no dará mies, ni la espiga dará harina; y si la da, los extranjeros la devorarán.
Fuera herirá la espada; / dentro, el espanto. / Morirán el muchacho y la muchacha, / el niño de pecho y el anciano encanecido.