Números 11:31 - Biblia Martin Nieto El Señor levantó un viento que soplaba del mar y que trajo bandadas de codornices, que cayeron sobre el campamento; cubrían el espacio de una jornada de camino de uno y otro lado del campamento, y tenían el espesor de un metro sobre el suelo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y vino un viento de Jehová, y trajo codornices del mar, y las dejó sobre el campamento, un día de camino a un lado, y un día de camino al otro, alrededor del campamento, y casi dos codos sobre la faz de la tierra. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora bien, el Señor envió un viento que trajo codornices desde el mar y las dejó caer por todo el campamento. Había codornices por kilómetros en todas las direcciones, volando como a un metro del suelo. Biblia Católica (Latinoamericana) Empezó a soplar un viento: venía de Yavé. El viento venía del mar y arrastraba codornices, las que dispersó por el campamento y sus alrededores hasta un día de camino. Las había por todo el derredor del campamento formando una capa de dos codos. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces llegó un viento de YHVH que trajo codornices desde el mar, y las arrojó sobre el campamento, como un día de camino por una parte y un día de camino por la otra, a casi dos codos de altura sobre la superficie de la tierra.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces se levantó un viento enviado por Yahveh que trajo codornices de la parte del mar y las dejó caer sobre el campamento, en una extensión como de un día de camino por una parte y como de un día de camino por otra, en derredor del campamento, y con un espesor de casi dos codos sobre la superficie del suelo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y salió un viento de Jehová, y trajo codornices del mar, y las dejó sobre el campamento, un día de camino a un lado, y un día de camino al otro lado, en derredor del campamento, y casi dos codos sobre la faz de la tierra. |
él les concedió todo lo que pedían, pero les envió muy poco para lo que ellos deseaban.
Hace subir las nubes desde los confines de la tierra, abre con los relámpagos la lluvia, saca de sus depósitos al viento.
Moisés extendió su bastón sobre Egipto, y el Señor hizo soplar sobre él el viento del este todo aquel día y aquella noche. Al amanecer, el viento del este había traído la langosta,
Y el Señor cambió el viento y le hizo soplar muy fuerte del oeste; barrió la langosta y la arrojó al mar Rojo. Ni una sola quedó en todo el territorio de Egipto.
Soplaste con tu aliento, y los cubrió la mar; se hundieron como plomo en las impetuosas aguas.
Por la tarde salieron tantas codornices que cubrieron el campamento, y por la mañana había en torno a él una capa de rocío.