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Nehemías 4:10 - Biblia Martin Nieto

Pero desde aquel día sólo la mitad de mis hombres trabajaban en la obra; la otra mitad empuñaba las lanzas, los escudos, las flechas y las lorigas, y los jefes estaban detrás de todos los judíos

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Biblia Reina Valera 1960

Y dijo Judá: Las fuerzas de los acarreadores se han debilitado, y el escombro es mucho, y no podemos edificar el muro.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces el pueblo de Judá comenzó a quejarse: «Los trabajadores se están cansando, y los escombros que quedan por sacar son demasiados. Jamás podremos construir la muralla por nuestra cuenta».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero desde ese día, la mitad de mis hombres trabajaba y la otra, armada con lanzas, escudos, arcos y corazas, se mantenía detrás de los judíos que trabajaban en la muralla.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y los de Judá dijeron: Desfallecen ya las fuerzas de los cargadores, y los escombros son muchos, por lo que no seremos capaces de reedificar el muro.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y desde aquel día la mitad de mis hombres trabajaba en la obra, mientras la otra mitad estaba sobre las armas con lanzas, escudos, arcos y corazas. Los jefes estaban con toda la casa de Judá,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y dijo Judá: Las fuerzas de los acarreadores se han debilitado, y el escombro es mucho, y no podemos edificar el muro.

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Nehemías 4:10
10 Tagairtí Cros  

estaban al frente de los acarreadores y de todos los que trabajaban en la obra. Algunos levitas eran cronistas, inspectores y porteros.


que trabajaban en la muralla. También los cargadores estaban armados: con una mano trabajaban y con la otra empuñaban el arma.


y se conjuraron todos ellos a una para atacar a Jerusalén y causarle todo el daño posible.


Cuando nuestros enemigos se dieron cuenta de que estábamos advertidos y de que Dios había desbaratado sus planes, se retiraron, y nosotros volvimos a la muralla, cada cual a su tarea.


'Hijo de hombre, Nabucodonosor, rey de Babilonia, ha emprendido con su ejército grandes movimientos contra Tiro. Toda cabeza ha quedado calva, toda espalda llagada; pero no ha obtenido de Tiro, ni para sí ni para sus tropas, ninguna ventaja del trabajo ejecutado contra ella.


Esto dice el Señor todopoderoso: 'Este pueblo dice: ¡Todavía no ha llegado el tiempo de edificar el templo del Señor!'.


Pero los que habían subido con él decían: 'No podemos subir contra ese pueblo, pues es más fuerte que nosotros'.


Subieron hasta el valle de Escol y, después de haber visto la tierra, desanimaron a los israelitas para que no fuesen a la tierra que el Señor les daba.