Luego mandó a los médicos que estaban a sus órdenes que embalsamaran a su padre.
Nehemías 3:8 - Biblia Martin Nieto A continuación trabajó Uziel, hijo de Jarjayas, del gremio de los orfebres, y después de él Jananías, del gremio de los perfumistas; ellos reconstruyeron Jerusalén hasta la muralla de la plaza. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Junto a ellos restauró Uziel hijo de Harhaía, de los plateros; junto al cual restauró también Hananías, hijo de un perfumero. Así dejaron reparada a Jerusalén hasta el muro ancho. Biblia Nueva Traducción Viviente Contiguo a ellos estaba Uziel, hijo de Harhaía, orfebre de profesión, quien también trabajó en la muralla. Después estaba Hananías, fabricante de perfumes. Omitieron una sección de Jerusalén mientras edificaban el muro Ancho. Biblia Católica (Latinoamericana) Después de ellos fortificaron Jerusalén hasta la Muralla Grande, Uziel, de la corporación de los orfebres, y Jananías, de la corporación de los perfumistas. La Biblia Textual 3a Edicion Al lado de ellos reparó Uziel ben Harhaya, uno de los orfebres, y junto a él hizo reparaciones Hananías, hijo de los perfumistas.° Así restauraron Jerusalem hasta el muro ancho. Biblia Serafín de Ausejo 1975 A su lado trabajaba en la restauración Uziel, hijo de Jaraías, del gremio de los orfebres; y a su lado trabajaba Jananías, del gremio de los perfumistas. Ellos fueron los que reconstruyeron Jerusalén hasta la muralla ancha. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y junto a ellos restauró Uziel hijo de Harhaía, de los plateros; junto al cual restauró también Hananías, hijo de un perfumista. Así dejaron reparada a Jerusalén hasta el muro ancho. |
Luego mandó a los médicos que estaban a sus órdenes que embalsamaran a su padre.
El segundo coro marchaba por la izquierda; yo los seguía con la otra mitad de los jefes del pueblo, por encima de la muralla, pasando por la torre de los Hornos hasta la muralla de la plaza,
Con todo ello harás el óleo para la unción sagrada, un perfume aromático, trabajo de perfumista. Será el óleo para la unción sagrada.
Una mosca muerta estropea un frasco de perfume; un poco de locura pesa más que la sabiduría y el honor.
Sopesan ellos el oro de su bolsa, y la plata en la balanza; pagan a un orfebre para que les haga un dios, al cual, postrados, adoran.