Reunió a sus doce apóstoles, y les dio poder de echar los espíritus inmundos y de curar todas las enfermedades y dolencias.
Mateo 9:35 - Biblia Martin Nieto Jesús recorría ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, predicando el evangelio del reino y curando todas las enfermedades y dolencias. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús recorrió todas las ciudades y aldeas de esa región, enseñando en las sinagogas y anunciando la Buena Noticia acerca del reino; y sanaba toda clase de enfermedades y dolencias. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús recorría todas las ciudades y pueblos; enseñaba en sus sinagogas, proclamaba la Buena Nueva del Reino y curaba todas las dolencias y enfermedades. La Biblia Textual 3a Edicion Jesús recorría todas las ciudades y las aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, predicando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y todo achaque en el pueblo. |
Reunió a sus doce apóstoles, y les dio poder de echar los espíritus inmundos y de curar todas las enfermedades y dolencias.
Cuando Jesús acabó de dar estas instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí para enseñar y predicar en aquellos pueblos.
los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia el evangelio a los pobres:
Después de ser Juan encarcelado, Jesús fue a Galilea a predicar el evangelio de Dios;
Adonde entraba, aldeas, ciudades o caseríos, ponían a los enfermos en las plazas y le pedían que les dejase tocar al menos la orla de su manto, y todos los que lo tocaban quedaban curados.
Y se quedó sorprendido de su falta de fe. Recorrió después las aldeas del contorno enseñando.
cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y llenó de poder a Jesús de Nazaret, el cual pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el demonio, porque Dios estaba con él.
Israelitas, escuchadme: Dios acreditó ante vosotros a Jesús el Nazareno con los milagros, prodigios y señales que hizo por medio de él, como bien sabéis.