Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Mateo 8:34 - Biblia Martin Nieto

El pueblo entero salió al encuentro de Jesús y, al verlo, le rogaron que se fuera de allí.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y toda la ciudad salió al encuentro de Jesús; y cuando le vieron, le rogaron que se fuera de sus contornos.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces toda la ciudad salió al encuentro de Jesús, pero le rogaron que se fuera y los dejara en paz.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Entonces todos los habitantes salieron al encuentro de Jesús y, no bien lo vieron, le rogaron que se alejase de sus tierras.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Y todo el pueblo salió entonces al encuentro de Jesús, y al verlo, le rogaron que se alejara de sus contornos.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entonces toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, cuando lo vieron, le suplicaron que abandonase aquellos territorios.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y he aquí, toda la ciudad salió al encuentro de Jesús; y cuando le vieron, le rogaron que se fuera de sus contornos.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Mateo 8:34
13 Tagairtí Cros  

Entonces ella dijo a Elías: '¿Qué tengo yo que ver contigo, hombre de Dios? ¿Has entrado en mi casa para recordar mis pecados y dar muerte a mi hijo?'.


Cuando lo vio, le dijo: '¿Eres tú, portador de desdichas de Israel?'.


Y eso que a Dios decían: '¡Lejos de nosotros; no queremos conocer tus caminos!


Decían a Dios: '¡Está lejos de nosotros! ¿Qué puede hacernos el todopoderoso?'.


Amasías dijo a Amós: 'Vidente, vete, retírate a la tierra de Judá; come allí el pan y allí profetiza.


Y gritaron: '¡Déjanos en paz, hijo de Dios! ¿Has venido aquí antes de tiempo para atormentarnos?'.


Al ver esto Simón Pedro, cayó a los pies de Jesús, diciendo: 'Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador'.


Al ver a Jesús, se puso a gritar y se postró ante él diciendo a voces: '¡Déjame en paz, Jesús, hijo del Dios altísimo! Te ruego que no me atormentes'.


Fueron y les pidieron excusas; los sacaron y les suplicaron que se fueran de la ciudad.


¿Por qué, pues, morir devorados por ese gran fuego, si seguimos oyendo la voz del Señor, nuestro Dios?


Samuel hizo lo que el Señor le había mandado. Cuando llegó a Belén, los ancianos de la ciudad salieron temblando a su encuentro y le dijeron: '¿Traes la paz?'.