No tengáis miedo de los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien al que puede perder el alma y el cuerpo en el fuego.
Mateo 26:74 - Biblia Martin Nieto Entonces él comenzó a jurar y perjurar: 'No conozco a ese hombre'. Y en aquel instante cantó el gallo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo. Biblia Nueva Traducción Viviente Pedro juró: —¡Que me caiga una maldición si les miento! ¡No conozco al hombre! Inmediatamente, el gallo cantó. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Pedro empezó a proferir maldiciones y a afirmar con juramento que no conocía a aquel hombre. Y en aquelmismo momento cantó un gallo. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces comenzó a maldecir° y a jurar: ¡No conozco a tal hombre! Y enseguida cantó un gallo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces él se puso a echar maldiciones y a jurar: '¡Que no conozco a ese hombre!'. Y en aquel momento cantó un gallo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces comenzó a maldecir, y a jurar, diciendo: No conozco al hombre. Y enseguida cantó el gallo. |
No tengáis miedo de los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien al que puede perder el alma y el cuerpo en el fuego.
Jesús le dijo: 'Te aseguro que esta misma noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces'.
Al poco tiempo se acercaron a Pedro los que estaban allí y le dijeron: 'Seguro que tú también eres de ellos, pues tu misma habla te descubre'.
Entonces Pedro recordó que Jesús le había dicho: 'Antes de que cante el gallo me negarás tres veces'. Y saliendo fuera, se echó a llorar amargamente.
Y todo el pueblo respondió: 'Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos'.
Jesús le dijo: 'Te aseguro que esta misma noche, antes de que el gallo cante dos veces, me negarás tres'.
Él lo negó diciendo: 'No sé ni entiendo lo que dices'. Salió fuera al vestíbulo, y cantó el gallo.
Pedro dijo: 'Hombre, no sé lo que dices'. E inmediatamente, mientras aún estaba hablando, cantó un gallo.
Quisiera ser objeto de maldición, separado incluso de Cristo, por el bien de mis hermanos, los de mi propia raza;
Yo reprendo y castigo a los que amo; por tanto, sé fervoroso y arrepiéntete.
el cual dijo a su madre: 'Las mil cien monedas de plata que te quitaron y por las que maldijiste al ladrón, las tengo yo, las robé yo. Te las devuelvo'. La madre le respondió: 'Que Dios te bediga, hijo mío'.
Porque nosotros no podemos darles por mujeres a nuestras hijas, ya que los israelitas hicieron este juramento: Maldito quien dé mujer a Benjamín'.