allí encontró tu pueblo una morada, la que en tu bondad, oh Dios, al pobre preparabas.
Mateo 22:3 - Biblia Martin Nieto Envió sus criados a llamar a los invitados a las bodas, y no quisieron venir. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas estos no quisieron venir. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando el banquete estuvo listo, el rey envió a sus sirvientes para llamar a los invitados. ¡Pero todos se negaron a asistir! Biblia Católica (Latinoamericana) por lo que mandó a sus servidores a llamar a los invitados a la fiesta. Pero éstos no quisieron venir. La Biblia Textual 3a Edicion Y envió a sus siervos para llamar a los que habían sido invitados a la fiesta de bodas, y no querían venir.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Envió sus criados a llamar a los convidados al banquete, pero éstos no quisieron venir. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y envió a sus siervos para que llamasen a los invitados a las bodas; mas no quisieron venir. |
allí encontró tu pueblo una morada, la que en tu bondad, oh Dios, al pobre preparabas.
Pues esto dice el Señor Dios, el Santo de Israel: En la conversión y la calma está vuestra salvación, en la mesura y la confianza se encuentra vuestra fuerza. Mas no lo habéis querido,
El Señor, además, os ha enviado a todos sus siervos, los profetas, sin interrupción, y vosotros no habéis escuchado ni habéis hecho caso.
Os he mandado repetidamente, sin cansarme, a mis siervos los profetas para avisaros: Convertíos cada uno de su perverso camino, enmendad vuestra conducta, no vayáis tras dioses extraños, no los adoréis, y de esta forma podréis vivir en la tierra que yo os di a vosotros y a vuestros padres. Pero no habéis obedecido ni me habéis hecho caso.
Cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí. Ofrecían sacrificios a los baales y quemaban incienso a los ídolos.
Mi pueblo se inclina a la apostasía; gritan a lo alto, pero nadie los levanta.
Silencio ante el Señor Dios, porque su día está cercano; porque el Señor ha preparado un sacrificio, ha consagrado a sus invitados.
Cuando llegó el tiempo de la vendimia, mandó sus criados a los viñadores para recibir su parte.
'¡J erusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos como la gallina reúne a sus polluelos debajo de las alas y no has querido!
Jesús les dijo: '¿Es que los compañeros del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Pero vendrán días en que les quiten al esposo; entonces ayunarán.
'¡Jerusalén, Jerusalén!, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados. ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos como una gallina a sus polluelos bajo las alas, y no has querido!
Él se enfadó y no quiso entrar. Su padre salió y se puso a convencerlo.
En cuanto a mis enemigos, esos que no me quisieron por rey, traedlos aquí y degolladlos en mi presencia'.
Los judíos, al ver tanta gente, se enfurecieron y se opusieron con blasfemias a lo que Pablo decía.
Pero a Israel dice: Todo el día extendí mis manos a un pueblo incrédulo y rebelde.
Cuidado con no escuchar al que os habla; pues si aquéllos, por no escuchar al que promulgaba oráculos en la tierra no escaparon al castigo, ¡con cuánta mayor razón no escaparemos nosotros si volvemos la espalda a aquel que habla desde el cielo!
Por eso es el mediador de una nueva alianza, a fin de que, consiguiendo con su muerte el perdón de los delitos cometidos en el tiempo de la primera alianza, aquellos que son llamados reciban la herencia eterna prometida.
El Espíritu y la esposa dicen: 'Ven'. El que escuche, diga: 'Ven'. El que tenga sed, que venga; y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.
En cuanto entréis en la ciudad, buscadlo rápidamente, antes de que suba al alto para la comida. El pueblo no comienza a comer antes de que llegue él, porque es él quien tiene que bendecir el sacrificio; después de esto comerán los invitados. Por tanto, subid rápidamente, y lo encontraréis'.