Betsabé entró en la sala del rey Salomón para hablarle en favor de Adonías. El monarca se levantó para recibirla, le hizo una inclinación, se sentó en el trono y mandó que pusieran un sillón a su madre, la cual se sentó a su derecha.
Mateo 20:21 - Biblia Martin Nieto Él dijo: '¿Qué quieres?'. Ella dijo: 'Di que estos dos hijos míos se sienten uno a tu derecha y otro a tu izquierda en tu reino'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda. Biblia Nueva Traducción Viviente —¿Cuál es tu petición? —le preguntó Jesús. La mujer contestó: —Te pido, por favor, que permitas que, en tu reino, mis dos hijos se sienten en lugares de honor a tu lado, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús le dijo: '¿Qué quieres?' Y ella respondió: 'Aquí tienes a mis dos hijos. Asegúrame que, cuando estés en tu reino, se sentarán uno a tu derecha y otro a tu izquierda. La Biblia Textual 3a Edicion Él le dijo: ¿Qué deseas? Le dice: Di que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y otro a tu izquierda. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él le preguntó: '¿Qué es lo que quieres?'. Ella le dice: 'Di que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, el uno a tu derecha y el otro a tu izquierda'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Concede que en tu reino se sienten estos mis dos hijos, el uno a tu mano derecha, y el otro a tu izquierda. |
Betsabé entró en la sala del rey Salomón para hablarle en favor de Adonías. El monarca se levantó para recibirla, le hizo una inclinación, se sentó en el trono y mandó que pusieran un sillón a su madre, la cual se sentó a su derecha.
En Gabaón el Señor se apareció a Salomón en sueños durante la noche y le dijo: 'Pide lo que quieras y yo te lo daré'.
El rey le preguntó: '¿Qué te pasa, reina Ester? Pídeme lo que quieras, que te daré aunque sea la mitad de mi reino'.
Mirra, áloe y acacia rezuman tus vestidos, en el salón de los marfiles música de arpas te recrea.
¿Y tú andas buscando para ti cosas extraordinarias? No las busques, pues yo voy a mandar desventuras sobre todo mortal -dice el Señor-. A ti te concederé como botín la vida, dondequiera que vayas'.
En aquel momento se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: '¿Quién es, entonces, el más grande en el reino de Dios?'.
Jesús les dijo: 'Os aseguro que vosotros, los que me habéis seguido, en la nueva creación, cuando el hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, os sentaréis también sobre doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.
Jesús respondió: 'No sabéis lo que pedís. ¿Podréis beber el cáliz que yo he de beber?'. Contestaron: 'Podemos'.
Jesús le dijo: '¿Qué quieres que te haga?'. El ciego respondió: 'Maestro, que vuelva a ver'.
Jesús, el Señor, después de haber hablado con ellos, subió al cielo y se sentó a la diestra de Dios.
La hija de Herodías en persona entró, danzó y agradó a Herodes y a los invitados. Entonces el rey dijo a la muchacha: 'Pídeme lo que quieras y te lo daré'.
Como la gente lo escuchaba, les propuso una parábola, ya que estaban cerca de Jerusalén y creían que la manifestación del reino de Dios era inminente.
Surgió también una discusión entre ellos sobre quién debía ser considerado como el más grande.
Si estáis unidos a mí y mis enseñanzas permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis y se os concederá'.
Los que estaban con él le preguntaron: 'Señor, ¿vas a restablecer ya el reino de Israel?'.
Amaos de corazón unos a otros, como buenos hermanos; que cada uno ame a los demás más que a sí mismo.
¿Quién será el que condene? Cristo Jesús, el que murió, mejor dicho, el que resucitó, el que está a la diestra de Dios y el que intercede por nosotros.
Por consiguiente, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde Cristo está sentado a la diestra de Dios;