Luego mandó a los médicos que estaban a sus órdenes que embalsamaran a su padre.
Marcos 16:1 - Biblia Martin Nieto Pasado el sábado, María Magdalena, María la madre de Santiago y Salomé compraron perfumes para ir a embalsamarlo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle. Biblia Nueva Traducción Viviente El sábado al atardecer, cuando terminó el día de descanso, María Magdalena, Salomé y María, la madre de Santiago, fueron a comprar especias para el entierro, a fin de ungir el cuerpo de Jesús. Biblia Católica (Latinoamericana) Pasado el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y Salomé, compraron aromas para embalsamar el cuerpo. La Biblia Textual 3a Edicion Pasado el sábado, Miriam de Magdala, Miriam, la de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir° a ungirlo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pasado ya el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y Salomé compraron sustancias aromáticas para ir a ungirlo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando hubo pasado el sábado, María Magdalena, y María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para venir a ungirle. |
Luego mandó a los médicos que estaban a sus órdenes que embalsamaran a su padre.
Fue enterrado en el sepulcro que se había mandado hacer en la ciudad de David.
Estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, y puesto a la mesa, llegó una mujer llevando un frasco de alabastro con perfume de nardo auténtico, de mucho valor; rompió el alabastro y lo derramó sobre su cabeza.
Ha hecho lo que ha podido; se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura.
Había también unas mujeres mirando desde lejos. Entre ellas María Magdalena, María la madre de Santiago el menor y de José, y Salomé,
Al caer la tarde, como era la preparación de la pascua, es decir, la víspera del sábado,
María Magdalena y María la madre de José estuvieron mirando dónde lo ponían.
El primer día de la semana, muy de madrugada, al salir el sol, fueron al sepulcro.
Ellas salieron huyendo del sepulcro, porque se había apoderado de ellas el temor y el espanto, y no dijeron nada a nadie porque tenían miedo.
Regresaron y prepararon aromas y ungüentos. El sábado descansaron, como estaba prescrito.
El primer día de la semana, al rayar el alba, volvieron al sepulcro llevando los aromas preparados.
Estaban en pie junto a la cruz de Jesús su madre, María de Cleofás, hermana de su madre, y María Magdalena.
Como era la víspera de la pascua, para que no quedaran los cuerpos en la cruz el sábado -pues era un día muy solemne-, los judíos rogaron a Pilato que se les quebraran las piernas y los quitaran.