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Lucas 8:52 - Biblia Martin Nieto

Todos lloraban y se lamentaban por ella; pero él dijo: 'No lloréis, porque no está muerta; está dormida'.

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Biblia Reina Valera 1960

Y lloraban todos y hacían lamentación por ella. Pero él dijo: No lloréis; no está muerta, sino que duerme.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

La casa estaba llena de personas que lloraban y se lamentaban, pero Jesús dijo: «¡Dejen de llorar! No está muerta; solo duerme».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los demás se lamentaban y lloraban en voz alta, pero Jesús les dijo: 'No lloren; la niña no está muerta, sino dormida.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y todos lloraban y lamentaban por ella. Pero Él dijo: No lloréis, porque no ha muerto,° sino duerme.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Todos lloraban y se lamentaban por ella. Pero él dijo: 'No lloréis más; no ha muerto, sino que está durmiendo'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y lloraban todos, y hacían duelo por ella. Y Él dijo: No lloréis; no está muerta, sino duerme.

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Lucas 8:52
14 Tagairtí Cros  

Sara murió en Quiriat Arbá, o sea Hebrón, en tierra de Canaán. Abrahán vino a llorar a Sara y a hacer duelo por ella.


Y la gloria del Señor aparecía a la vista de los israelitas como un fuego devorador sobre la cima de la montaña.


Pero entonces infundiré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de buena voluntad y de súplica. Volverán sus ojos hacia el que traspasaron con la espada y harán luto por él como por un hijo único. Y llorarán por Jerusalén como se llora por el primogénito.


'Os hemos tocado la flauta y no habéis bailado, hemos cantado lamentaciones y no habéis llorado'.


Lo seguía mucha gente del pueblo y mujeres, que se daban golpes de pecho y se lamentaban por él.


Y toda la gente que había asistido al espectáculo, al ver lo sucedido, regresaba dándose golpes de pecho.


Al llegar a la casa, sólo dejó entrar con él a Pedro, a Juan, a Santiago y a los padres de la niña.


Y se reían de él, porque sabían que estaba muerta.


Jesús, al enterarse, dijo: 'Esta enfermedad no es de muerte, sino para que resplandezca la gloria de Dios y la gloria del hijo de Dios'.