Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Lucas 10:29 - Biblia Martin Nieto

Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: '¿Quién es mi prójimo?'.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

El hombre quería justificar sus acciones, entonces le preguntó a Jesús: —¿Y quién es mi prójimo?

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

El otro, que quería justificar su pregunta, replicó: '¿Y quién es mi prójimo?'

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero él, queriendo justificarse, le preguntó a Jesús: '¿Y quién es mi prójimo?'.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Lucas 10:29
11 Tagairtí Cros  

Se encendió entonces la ira de Elihú, hijo de Baraquel, el buzita, de la familia de Ram. Su ira se encendió contra Job porque pretendía tener razón frente a Dios.


será para vosotros como un compatriota más, y lo amarás como a ti mismo, pues también vosotros fuisteis extranjeros en Egipto: yo, el Señor, vuestro Dios.


Llamó a la gente y a sus discípulos y les dijo: 'El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.


¿Quién de los tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?'.


Y les dijo: 'Vosotros presumís de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que se estima tanto entre los hombres, no tiene valor alguno ante Dios.


pues no reconociendo la justicia de Dios y buscando establecer la justicia propia, no se sometieron a la justicia de Dios;


Si Abrahán hubiera sido justificado por el cumplimiento de la ley, podría estar orgulloso, aunque nunca ante Dios.


Es claro que nadie se justifica ante Dios por la ley, porque el justo vivirá gracias a la fe.


Veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no sólo por la fe.