El Señor le dijo: 'Tráeme una ternera de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y una paloma'.
Levítico 1:14 - Biblia Martin Nieto Si su ofrenda al Señor es un holocausto de aves, ofrecerá tórtolas o pichones. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Si la ofrenda para Jehová fuere holocausto de aves, presentará su ofrenda de tórtolas, o de palominos. Biblia Nueva Traducción Viviente »Si ofreces un ave como ofrenda quemada al Señor, elegirás una tórtola o un pichón de paloma. Biblia Católica (Latinoamericana) Si se ofrece a Yavé un holocausto de aves, presentarán tórtolas o pichones. La Biblia Textual 3a Edicion Y si su ofrenda a YHVH consiste en un holocausto de ave, presentará como ofrenda suya unas tórtolas o pichones.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si la ofrenda a Yahveh es un holocausto de aves, ofrecerá tórtolas o pichones. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y si el holocausto se hubiere de ofrecer a Jehová de aves, presentará su ofrenda de tórtolas, o de palominos. |
El Señor le dijo: 'Tráeme una ternera de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y una paloma'.
Si sus posibilidades no llegan a un cordero, presentará dos tórtolas o dos pichones, uno como holocausto y otro en sacrificio por el pecado. El sacerdote hará sobre ella el rito de absolución y quedará purificada'.
En cuanto al segundo, lo ofrecerá en holocausto según el ritual. El sacerdote hará sobre el interesado el rito de expiación por el pecado cometido, y éste le será perdonado.
Si sus posibilidades no llegan tampoco al par de tórtolas o de pichones, presentará como ofrenda por su pecado cuatro kilos y medio de flor de harina sin mezclar aceite ni poner incienso, pues es un sacrificio por el pecado.
Si no está en su mano ofrecer ganado menor, presentará al Señor, como reparación por el pecado cometido, dos tórtolas o dos pichones, uno como sacrificio por el pecado y otro en holocausto.
Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy afable y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas.
Jesús entró en el templo y echó a todos los que estaban allí vendiendo y comprando. Volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas,
y para ofrecer el sacrificio según lo ordenado en la ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones.
Cuando se da de corazón y según lo que se tiene, Dios lo acepta; a nadie se le piden imposibles.
Tal era precisamente el sumo sacerdote que nos convenía: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y elevado más alto que los cielos;